POR JAVIER ROSALES ORTIZ.
Para que el aroma no se concentre solo en propuestas, de vez
en cuando el lector tiene curiosidad por identificar, conocer,
de que está fabricado un abanderado que se abre rápido
camino en esta jornada electoral que vive nuestro
convulsionado México, por eso jugar se vale y, sonreír,
también.
El es hijo varón único y tiene tres hermanas, y desciende de
dos maestros de profesión de quienes aprendió la importancia
de los valores, del esfuerzo y de la perseverancia, que hoy lo
llevan a luchar por la igualdad social y si es desde una cámara
alta, mejor.
En edad casi le pega a los 50 años, – le faltan dos- y es nativo de
la Colonia Mainero, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde
estudio en la primaria Redención, en el CBTIS 24 y en el
nivel superior curso en Monterrey, el Distrito Federal y el
extranjero.
Un familiar suyo no se quedó callada y dibuja a este personaje
desde niño como un chico simpático, travieso, inquieto,
amiguero, atrevido y tenaz, que nació con poco peso, delgado
y bonito, esto último que nada tiene que ver con la realidad de
hoy. “Es broma”, se apuró a subrayar.
Siempre ha sido aficionado a la música norteña como la de
banda y cumbias y además el rock y nunca a ocultado su
preferencia por la comida en taco con todas sus versiones,
pero también le gustan las tortillas de harina, el huevo con
chorizo, las miguitas y las chochas, no podían faltar.
Y los libros de cabecera, que mejor mencionar Cien años de
soledad, de Rafael García Márquez, Los siete hábitos de la
gente altamente afectiva, y Los cuatro acuerdos, que le han
ayudado a pulirse verbalmente y hacer química inmediata con
quien tiene enfrente.
El deporte intenso, tal vez no se le dé en abundancia, pero le
agradan los perros, los caballos y pescar no está de más,
porque no le tiene miedo al agua.
Pero de quién se trata, se habla, se refiere –como dice Adela
Micha-. Es nada menos que de Arturo Núñez Ruíz, candidato
a Senador de Tamaulipas por el PRIAN, un elemento que hizo
siempre migas con la raza de la prensa y que no se cansa de
saludar de mano a quienes, con cámara, libreta o grabadora,
lo abordan.
Es él, un personaje que conoce los 43 municipios de
Tamaulipas y sobre su trayectoria sobresale que fue
presidente del PRI en Tampico, dirigente del Movimiento
Territorial Tamaulipas y se dedicó a la educación en escuelas
públicas y privadas que tiene que ver con la habilidad del
idioma inglés, entre otras cosas.
Arturo, recorre nuestro estado en busca del voto en estos
primeros días de campaña y es de su interés conocer frente a
frente las demandas, las propuestas, las inquietudes de todos
aquellos ciudadanos que sueñan con un mejor Tamaulipas, un
nombre que ya no debe ser ligado con la palabra, malo.
A él no se le va a olvidar sus gustos por la comida, la música,
la lectura, los animales, claro que no, y obeso o flaco, no
descansara en este titánico intento por echarse a la bolsa el
cariño de los votantes tamaulipecos.
Adelante Arturo, porque una curul.
Te espera y, a otros, también.
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