Los heridos por el error de Llergo y el drogadicto
José Ángel Solorio Martínez
Graves consecuencias, arrastrará la traición que el Partido Verde de Tamaulipas, cometió contra MORENA-TAM, su dirigencia y su militancia. El apresurado destape del simpatizante de Francisco García Cabeza de Vaca –Tico García–, a nombre del lopezobradorismo con la complicidad del representante del CEN Mario Llergo, es la peor crisis que una coalición haya sufrido en Tamaulipas.
Son muchos los dañados.
Primero: el PV ha sido expulsado de la alianza –en ciudad Victoria– por su conducta oportunista y desleal. La acción de los verdes, trascendió hasta la CDMX en donde los partidos coaligados reconocieron la actitud poco ética de su representante en el estado; el resultado: se optó por descalificar la postulación de Tico, desconocer la conducta de Muñoz Cano y decidir colectivamente, que en la capital se deshace el compromiso de coalición ante la irresponsabilidad de los líderes verdes.
Duro golpe para quienes construyeron esa candidatura a espaldas de las mayorías y sin tomar en cuenta a los partidos.
Segundo: el PT y sus dirigentes, confirman sus escasas estructuras cognitivas: escuchan el tintineo de monedas y pierden la razón. Esa circunstancia, los pone en una postura incómoda ante la poca fuerza que han construido en décadas de medrar con las siglas. En uno más de sus infructuosos intentos, contrataron a la comunicadora Cendy Robles como candidata a la senaduría, con –a juicio de ellos mismos– la brillante idea de ensanchar las simpatías electorales de la entelequia que ha sido toda su vida esa agrupación, nacida bajo el impulso de Carlos Salinas de Gortari. Y como dice el sabio de la psique: origen es destino; y de esa sentencia, no se ha podido desprender esa secta de amigos –bien podría decirse: cómplices– que han vivido parasitando como impresentables coaligados a la sombra de AMLO por décadas.
¿Quién confiará en el PT, en próximas aventuras político-electorales en Tamaulipas?
Tercero: otro actor lastimado por el garrafal tropiezo del adicto, Muñoz Cano, es el candidato al Senado por el PV, Eugenio Hernández Flores; ya se veía en la Cámara alta. El sofocón del albazo verde le impactará directamente en su aparato de flotación: en la CDMX se le responsabiliza de la canallada; algunos ortodoxos de MORENA, creen que, hasta la petición de extradición del gobierno norteamericano, se puede autorizar para sanear el cuerpo de MORENA que ha sido infectado por toda suerte de hampones y delincuentes.
Es decir: militantes de MORENA, quieren ver sangre a cambio de la afrenta.
Cuarto: el súper delegado Llergo, perdió toda capacidad de interlocución del CEN de MORENA con la militancia y los líderes morenos en la entidad. Sin esa cualidad, que debería ser su principal divisa, está absolutamente liquidado.
Se infiere: Llergo, quedó fosilizado.
El drogadicto Verde, ya venía tatemado; y su candidato al senado, salió con la piel achicharrada. (La poquita que le quedó sana, por su paso en el Penal de Tamatán).
¿Tendrá, Llergo, la desvergüenza de aparecerse en los eventos de #esClaudia en la frontera tamaulipeca?
Parafraseando a Pancho Villa, cuando sus tropas estaban recibiendo una paliza:
¡Ánimo Llergo, Geño y Manuel; más adelante, se va a poner peor!