Por Pegaso
¿A quién no le ha pasado?
Todos hemos escuchado cuando elementos de la policía o tránsito envían por la radio de su patrulla mensajes codificados para evitar que todo mundo, principalmente los delincuentes, se enteren de lo que hablan.
Pero a estas alturas los malos se saben las claves mejor que ni los propios elementos del orden público, por eso ya ni les molesta que alguien las haga públicas, como yo, por ejemplo.
Y es que desde siempre me había quedado con las ganas de saber lo que es un 49 (persona), o un 33 (ladrón domiciliario), o una 43 (pistola).
Cuando un policía va en una persecución y dice: “Sigo a un 24/79 con dos 49’s/40 por el 81”, lo que quiere decir es que va detrás de un automóvil sospechoso con dos personas a bordo armadas y se desplazan sobre el Libramiento Oriente, según las claves de radio vigentes de la Dirección de Seguridad Pública en el Estado de Tamaulipas.
A los periodistas se nos asignó la clave “Punto Rojo”, al Gobernador, “G-1” y al Presidente Municipal, “X-1”.
Cualquiera puede tener acceso a la lista completa de claves, buscando en Internet.
Hay otro código que me gusta más: El alfanumérico usado por la Marina y Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, mismo que se ha vuelto casi de uso universal.
Con él, se pueden describir acciones, sitios, matrículas de autos, aviones o barcos, vuelos, etc.
Es muy común escuchar en las películas de Hollywood: “Alfa-Zulú-Eco-Bravo-Tango” o frases por el estilo para dar a conocer la matrícula de un vehículo militar: AZEBT.
Jugueteando con el idioma y con el alfabeto militar, podemos hacer incluso frases completas.
Imagínense que para cifrar una nota periodística escribiría yo:
“Eco-Lima-Golf-Oscar-Bravo-Eco-Romeo-Noviembre-Alfa-Delta-Oscar-Romeo-Delta-Eco-Lima-Eco-Sierra-Tango-Alfa-Delta-Oscar-India-Noviembre-Alfa-Uniforme-Golf-Uniforme-Romeo-Oscar-Eco-Lima-Tango-Romeo-Alfa-Mike-Oscar-Charli-Alfa-Romeo-Romeo-Eco-Tango-Eco-Romeo-Oscar-Romeo-Eco-Yanki-Noviembre-Oscar-Sierra-Alfa-Romeo-Indio-Oscar-Bravo-Romeo-Alfa-Víctor-Oscar”.
Sería medio cansado traducirlo, pero suena bonito.
Por cierto, la traducción de ese párrafo al español es: “El Gobernador del Estado Inauguró el tramo carretero Reynosa-Río Bravo”.
¿Verdad que me los apantallé?
Los códigos y alfabetos que usamos para distintos propósitos cumplen la función de comunicar ideas entre los individuos de una misma especie.
Los perros, por ejemplo, dicen “¡Guau”! con distinta intensidad para externar emociones. Igual los gatos: A veces emiten un “¡Miau!” corto y a veces uno más largo, y ronronean cuando están a gusto.
Por otra parte, el idioma y los códigos usados por el ser humano son mucho más complejos, y esto se ha hecho así precisamente como una forma de identidad de grupos o comunidades particulares.
En el mundo hay más de 6,900 idiomas, incluyendo dialectos. El más hablado es el Chino-mandarín, luego el Español, el Inglés y el Hindi, en ese orden.
Imagínense todas las broncas que nos evitaríamos si todos habláramos un mismo lenguaje o código con la mayor sencillez posible.
Adoptaríamos, por ejemplo, el lenguaje de los Groot, que solo tienen tres palabras para expresar toda la gama de emociones y nombrar a todos los objetos, personas y situaciones existentes: “Yo soy Groot”.
Característica que yo creo que Marvel se fusiló de una historieta que había allá, por la década de los sesentas y setentas llamada “Tito y su Burrito”.
Tito era un indito que tenía un asno. Cuando Tito le hablaba, el burro siempre le respondía con un: “¡Ji-jauuu!” y Tito inmediatamente sabía lo que le había respondido el cuadrúpedo.
Por eso, creo que me voy a seguir quedando con la duda de lo que dicen los policías cuando hablan en clave. No quiero complicarme la vida.
Nos quedamos con la frase estilo Pegaso, cortesía del gran mimo mexicano, Mario Moreno “Cantinflas”. “¡S’s instrucciones, superior!” (¡S’s órdenes, jefe!)