Por Oscar Díaz Salazar
Las inconformidades entre la militancia de morena, por la designación de candidatos a cargos de elección popular en nuestro Estado, no es un tema de coyuntura, más bien es estructural, e inevitable hasta en tanto no se definan reglas claras y se institucionalicen los órganos de dirección partidista.
El dueño de morena (AMLO), y los administradores del changarro, no han querido instituir las dirigencias locales (municipales) del Partido, para no correr el riesgo de perder el control de la organización y el monopolio del uso del membrete y la posibilidad de designar candidatos.
Los conflictos que hoy observamos en Tamaulipas, son por la disputa de las posiciones (candidaturas), en un tiempo en que la dirigencia nacional (entiéndase AMLO) lucha por conservar y hacer uso de la facultad de designar candidatos; la dirigencia estatal (entiéndase AVA) busca re instituir las reglas del priismo, para que sea el gobernador el que ponga los candidatos; y los actores políticos locales -regionales y municipales- intentan hacer valer sus votos, su poder, su presencia, su trabajo.
Esa situación de conflicto y pataleo bajo la mesa, la observamos en Matamoros, en donde el grupo local se queja de la imposición del grupo estatal, que en su oportunidad validó el grupo nacional.
En Reynosa, la querella es impulsada por el equipo de Victoria (con actores locales que actúan como peones en el tablero de ajedrez), para intentar revertir una decisión de consenso entre los locales y los nacionales.
En Victoria los locales y estatales, que son uno y lo mismo, se quejan de la definición del nacional y los acusan de actuar en complicidad de los verdes, que fueron los dueños del equipo local, hace 15 años. Los locales de Victoria maniobraron para no acatar los disposiciones del nacional.
En el caso de Tampico, la candidatura la tomó el grupo estatal, con muy poca resistencia de los locales, a quienes se les recompensó debidamente por no disputar una candidatura que requiere un milagro y carretadas de dinero para ser viable.
Nuevo Laredo es el municipio en donde se acomodaron mejor los actores políticos de morena.
En Madero se impuso la candidatura a favor del personaje más cercano a la dirigencia nacional del Partido, que cuenta con el visto bueno del gobernador, pero que no tiene la simpatía del presidente municipal.
Luego de este repaso para describir como se resolvieron las candidaturas en morena, regreso con los comentarios generales para decirles que aún no se reconoce ni se instituye que vivimos una regresión política y que las reglas del priismo no están en vigor nuevamente, por lo que se equivocan quienes reclaman el derecho a definir las candidaturas, para el señor gobernador, y reprueban terminantemente que otros actores políticos quieran participar en esa decisión.
