Por Radamés Vega/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- La oportuna intervención de la Guardia Estatal evitó que esta mañana la sangre llegara al río y un grupo de vecinos habitantes del sector 1 del fraccionamiento San José, pudieran confrontarse con padres de familia del Centro de Atención Múltiple “María Eugenia Ramírez”, que reavivaron las hostilidades por la posesión de una área verde, en conflicto que ha prevalecido por más de 23 años.
Todo ocurre a partir de que el gobierno del estado de Tamaulipas, en aquel tiempo, encabezado por el hoy interno en una cárcel de Estados Unidos, Tomás Yarrington Ruvalcaba, obsequió el área de equipamiento del fraccionamiento para construir el mencionado CAM, pero la directora de ese plantel en ese tiempo, con solo una veintena de alumnos quiso despacharse con la cuchara grande, pretendiendo apropiarse de miles de metros cuadrados más, que corresponden al área verde señalizada así, en el plano oficial del municipio y que está contigua al CAM.
TERRENO INTRANSFERIBLE
Han pasado desde entonces tres administraciones estatales y 6 municipales, con las que no se ha llegado a un ningún acuerdo, considerando los vecinos que su área verde en ese lugar no es transferible, pues compromete el desarrollo urbano, además de que en ese sitio la propia fraccionadora GEO, les entregó a ellos esa amplia área de jardinería con plazoleta, similar a las que existen en los otros cuatro sectores del fraccionamiento; en la que con aportaciones de todos ellos han realizado centenares de siembras de palmeras, flores y árboles de diversas especies.
Ex alcaldes como Ernesto Cantú Reséndez, Serapio Cantú Barragán (QEPD); el panista Francisco García Cabeza de vaca, Everardo Villarreal, José Elías Leal, Maki Ortiz Domínguez y Carlos Peña Ortiz, han coincidido en consecuente plenos de cabildo, que la razón asiste a los vecinos que todo lo que hacen es preservar su sitio verde, área común que tienen más de 200 familias que ahí viven las 24 horas del día y no como los directivos escolares que solo trabajan 5 o 6 horas de lunes a viernes y lo quieren cerrar para tener un más amplio estacionamiento interior.
SIN PERMISO DE CONSTRUCCIÓN
La semana anterior en que el director del CAM, de nombre José Ángel Tamez Sánchez, hizo el enésimo amague para levantar la barda, una comisión de vecinos acudió a la Secretaria de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, donde dialogaron con su titular, la arquitecto Nohemí Alemán Hernández, en la que mostraron todos los documentos que corroboran su legítimo derecho sobre la superficie, donde además les confirmaron que no hay ningún permiso de construcción otorgado por ellos, porque no se les puede expedir una licencia e esta naturaleza a quien no cuenta con escrituras, en este caso la escuela.
Los vecinos afectados por el pretendido cierre del área verde, con justificada razón se mostraron esta mañana muy molestos, porque tanto el director como la supervisora de la zona escolar de nombre Martha Zapata, echaron mano de albañiles, empleados y unos 10 padres de familia, de alumnos con los que cuentan, para azuzarlos en contra de quienes se oponen terminantemente a que les levanten una muralla frente a sus casas.
FRENAN LA OBRA
Menudearon los insultos, los improperios y estuvieron a punto de llegar a los golpes por lo que la intervención de la Guardia Estatal con dos patrullas de elementos, evitaron que las cosas pasaran a mayores, sugiriendo detener los trabajos hasta en tanto ambas partes no acudan a una autoridad mediadora y se pongan de acuerdo sobre el uso que debe darse a la plazoleta que es propiedad de los moradores según consta, pues así lo determinan sus escrituras debidamente liberadas.
Cabe citar que indebidamente se elaboró hace tiempo un deslinde de forma provisional en favor de la escuela, pero las autoridades municipales subsecuentes y ya mencionadas, no permitieron ninguna construcción porque al menos 80 propietarios de casas vecinas a la superficie, por ahí salen y entran a sus hogares.
RESPETAN A ALUMNOS
Por otra parte, los menores que acuden al CAM, cuentan con capacidades diferentes y no se valen por sí mismas para asistir al mencionado parquecito, y sus vecinos están de acuerdo a que estos acudan ahí a recrearse junto con sus padres y maestros si así lo desean, pues al final de cuentas lo consideran parte de la buena relación y convivencia, pero la avaricia de los directivos es la que echa por tierra esta iniciativa verbal, ya que estos a toda costa quieren cerrar.
Finalmente, vale la pena comentar que, al multicitado centro, acuden niños de todos rumbos de la ciudad y ni uno solo de ese fraccionamiento, lo que encrespa el sentido de pertenencia de quienes ahí radican y ven afectada la propiedad colectiva en aras de la ambición particular y desmedida de los directivos que dentro de sus instalaciones cuentan con jardines muy descuidados con juegos mecánicos inservibles.