Por Aliber López
“Recuerdos de hermandad con Esteban Ávila Roque +”
Hace poco más de una semana falleció un amigo de toda la vida de nombre Esteban Ávila Roque a quien no pudimos acompañar a su última morada con sus familiares y amigos, por estar lejos de la región, razón por la que ahora queremos referirnos a la relación de amistad y hermandad que vivimos; a nuestras semejanzas en lo ideológico y en lo profesional.
Nos conocimos cuando trabajamos en la Distribuidora Gómez de Río Bravo Tamaulipas, como cargadores de mercancías para distribuir en la zona rural de esa ciudad en los tiempos algodoneros de 1958-59, cuando recién habíamos llegado a estas tierras norteñas, luego de que mi padre fue cesado por participar en una huelga en un internado de enseñanza primaria en Saltillo Coahuila, dirigido por comunistas. Esteban era maestro Municipal y el que escribe estudiaba para maestro en la Escuela Normal Rural de Tamatán, Tamaulipas. Unos años después, ambos fuimos maestros federales de Primarias en la Zona Escolar 31, donde coincidimos en las luchas sindicales magisteriales ya en los años sesentas cuando los lideres charros de la Sección XXX no aceptaban que los del Partido Comunista figuraran en las secretarías generales de las delegaciones, aunque sí en otras carteras. Ávila Roque destacó como líder, aunque siempre ocupó la secretaria de Conflictos en Primarias y la Secretaría de Organización en Secundarias, porque fue vetado por comunista por los lideres estatales, Donaciano Muñoz Martínez y Melitón Guevara Castillo, respectivamente.
Coincidimos con Esteban como militantes comunistas en las luchas de los campesinos de la región y cuando Ramón Danzós Palomino líder de la CCI (Central Campesina Independiente), fue candidato del FEP (Frente Electoral del Pueblo) a la Presidencia de la República en 1964, como maestros en la Escuela Primaria de la Colonia Popular de la vecina Ciudad de Río Bravo en 1966-69, cuando nos fuimos a estudiar a la Normal Superior de México en 1967, cuando empezamos a trabajar en Secundarias en Loreto Baja California Sur en 1969 y en Río Bravo cuando retornamos a Tamaulipas en los años “70s.” En esos años fundamos la Preparatoria Popular en Río Bravo coincidiendo como directivos. También coincidiríamos posteriormente como directivos en la Secundaria 2, “José Vizcaino Pérez” de esa ciudad, nombre del maestro que, siendo jefe del Departamento de Secundarias Generales en el país, nos diera el primer nombramiento en Secundarias, como a muchos maestros de la entidad.
Con nuestras familias y amigos, también tuvimos coincidencias Esteban y el que escribe. Al igual que en la política cuando por primera vez ganó un gobierno de izquierda en Río Bravo, con Juan Antonio Guajardo Anzaldúa. Incluso a petición de Esteban, dimos asilo por 15 días en nuestra casa, al líder agrario Gregorio Luna Martínez, quien a principios de los años “80” sufrió persecución de las autoridades judiciales (con 15 órdenes de aprehensión), cuando se le perseguía por los problemas de las tierras en disputa por campesinos y agricultores “nylon”, frente al poblado Empalme, luego de que se secara la laguna (Palito Blanco).
En los años “90s” y lo que va de este siglo llegamos a ser ambos (Ávila Roque y el que escribe), jefes de Enseñanza en Secundarias Generales, nosotros en Matamoros y él en Río Bravo. Se jubiló por cuestiones de salud y poco a poco fue apagándose su vida, aunque nunca bajó la guardia. Lo visitamos unos días antes de su fallecimiento y aun en su difícil situación, le hicimos sonreír cuando evocamos tiempos mejores. Descanse en paz nuestro hermano, amigo y compañero de vida.
