¡Al ladrón!, ¡Al ladrón!
José Ángel Solorio Martínez
C. Fiscal General de Justicia, del Estado de Tamaulipas, doctor Irving Barrios Mojica.
C. Presidente municipal de Tampico.
A quien corresponda:
En la planeación del documental cinematográfico La Huelga de El Águila de Villa Cecilia, Tamaulipas de 1924, quienes estamos a cargo de esa tarea de carácter histórico cultural, nos vimos en la necesidad de indagar en diversos archivos del sur de nuestro estado, del país y del extranjero.
Como es evidente: tuvimos que realizar trabajo de heurística en el Archivo Municipal de Tampico.
Debemos reconocerlo: el personal de esa dependencia, nos trató de maravilla. Particularmente la señora Alma Alicia Bello Olvera, quien labora como, auxiliar del material documental de esa institución.
Nos hizo una visita guiada por el acervo a su cargo. Bonito edificio; operativo y funcional. Aceptablemente organizado, para que los visitantes aprovechen al máximo esas importantísimas fuentes primarias.
Nuestra estancia en ese sitio, llevaba la intención fundamental de localizar para utilizar en el documental, diverso material fotográfico del tema que nos ocupa. Fundamentalmente, necesitábamos fotos sobre aquel histórico acontecimiento en la vida de la ciudadanía y particularmente la vida de las familias petroleras.
Grande la emoción, al momento que nos informó la señora Bello Olvera, que mucha documentación está digitalizada.
Para quien ha realizado trabajos de búsqueda, sabrá lo que significa poder trabajar en fuentes almacenadas en herramientas electrónicas; se ahorra tiempo, recursos, y lo más plausible de tal posibilidad: al no manipular papeles que tienen más de un siglo, éstos se preservan por más tiempo, hecho que se debe aplaudir.
El caso es que el gozo, se fue al pozo: Doña Alma Alicia, nos dio a conocer, que esa invaluable información, se la había llevado un ciudadano, cuyo nombre es Josué Iván Picazo Baños.
Al parecer, el tal Picazo Baños, se fue del puerto buscando nuevos horizontes laborales. Se comenta que algunos meses, trabajó como Cronista de la Ciudad; esto no lo sé de cierto, por lo que pediría a las autoridades municipales para que lo hagan saber y así aclarar la sustracción de miles de oficios de carácter oficial que se llevó en su memoria digital.
A casi dos meses, de andarlo buscando –intentamos obtener copias de esa documentación y material fotográfico–, no hemos podido localizarlo. Se le han hecho llamados y peticiones vía redes sociales y diversos intermediarios.
No ha contestado.
Sigue desaparecido.
Por lo que suponemos, se resiste a compartir esa información cuyo carácter y naturaleza es pública.
Conozco múltiples archivos municipales del estado.
En ninguno, he conocido la mínima expresión de esa villanía.
Confío en que Picazo Baños, recapacite y regrese de San Luis Potosí o que de perdido reponga el material que indebidamente se apropió.
Espero que las autoridades tamaulipecas que procuran Justicia, realicen una profesional investigación de este caso, que no debiera ni existir y menos producirse por ningún motivo en nuestro estado.
Ruego, para que el Cabildo del puerto informe a la ciudadanía, y en corto dé a conocer la recuperación de esos preciados datos escamotados a los tamaulipecos por el pícaro de Picazo Baños.
¿O van a dejar, que el presunto bandido Picazo Baños, se nos vaya al baño?