El futuro del panismo tricéfalo
José Ángel Solorio Martínez
Desde hace años, el Partido Acción Nacional (PAN) es un ente tricéfalo. Son tres cabezas, que han operado y han dado vida a una organización política la cual, a nivel estatal, evidenció tal vigor que, en el Siglo XXI, inauguró la alternancia en el gobierno tamaulipeco.
El primer factor, es Francisco García Cabeza de Vaca quien desde Reynosa, ha exhibido su poder de mando por más de 20 años en las filas azules de la región; el segundo liderazgo, es el de Chucho Nader: desde Tampico, asiento del PAN histórico, ha mostrado una positiva como impresionante forma de gobernar, al tiempo de mostrar su influencia en la tropa albiazul de la entidad; el tercero, es el Truco Verástegui: desde la región de Mante, ha crecido de tal manera que llegó a la candidatura a gobernador y tiene en un puño la región cañera.
¿Quién logrará mejores resultados electorales este 2 de junio en sus respectivas comarcas?
Evidentemente: la prueba electoral, reflejará la legitimidad y el fuelle del panismo en Reynosa, Tampico y Mante.
Y lo más relevante: veremos un vuelco en la correlación de fuerzas al interior del PAN-TAM, que en mucho alineará los astros a favor del panismo que mayores y mejores resultados ofrezca en los comicios de junio próximo.
Más claro: los logros de Nader, el Truco y Cabeza de Vaca, en esta pugna electoral, tendrían mejores posibilidades de proponer la candidatura en la sucesión del morenista, Américo Villareal Anaya. (En política, nada es definitivo, y lo determinante, no lo es tanto; sólo se plantea la viabilidad de que el más exitoso liderazgo de las tres regiones azules, podría tener mano en la interesantísima guerra por la gubernatura venidera).
Veamos:
1.- Reynosa, la sede de la familia Cabeza de Vaca. Las conductas excluyentes, autoritarias, unipersonales del principal representante de esa estirpe, liquidó toda expresión alternativa con lo que debilitó estructuralmente a un panismo, que fue un referente de la vida política de esta microrregión. Hoy, esa corriente azul endógama, está en franca declinación.
El candidato a la alcaldía, Cachorro Cantú, es un flan para quien sea el candidato de MORENA. Igualmente, los candidatos a las diputaciones locales y federales, están en una situación de evidente debilidad; el morenismo, no está fuerte, es el panismo el que está en clara debilidad.
La cosecha de éxitos para el cabecismo en su comarca, se ve magra.
No en vano, la estrategia de la tribu cabecista, ha optado por la sentencia “perder ganando”. Más claro: ante la imposibilidad de obtener cargos de mayoría –su poderío del pasado los abandonó– van por diputaciones de Representación Proporcional (RP). Mejor conocidas, como plurinominales.
2.- En Mante, MORENA no tiene de qué preocuparse: perderá todo. La alcaldía será para Noé Ramos, que se reelegirá. La presencia de Truco Verástegui, es totalizadora en la región azucarera. Con un impresionante capital electoral –obtuvo más de 600 mil votos en la elección por la gubernatura contra Villarreal Guerra, que lo derrotó por cerrado margen–, se atrincheró en sus dominios y desde ahí, sigue haciendo talacha.
Verástegui sabe que dominar su territorio, es fundamental para su sobrevivencia política.
3.- En Tampico, Chucho Nader, continúa enseñando su músculo. Sus cinco años de gobierno frente al Ayuntamiento, lo posicionaron como uno de los mejores alcaldes tamaulipecos en toda la historia. Llevó al puerto, a ser un destino turístico del Noreste mexicano al competir con las mejores ciudades de esta parte de México.
Sin duda: tiene competencia; la marca MORENA, está arriba en todas las mediciones en todos los cargos que se disputan en la zona conurbada; la fortuna de Nader y del PAN, es el bajón que tiene la IV T, cuando al partido se le ponen rostros y candidatos: se desploma terriblemente.
Las proyecciones son claras: a Cabeza de Vaca le va a ir del nabo –a pesar de que se conviertan en diputados– en sus praderas; a el Truco, le va a ir muy bien y a Nader, le irá mucho mejor, toda vez que podría mantener la hegemonía del PAN en tierras y aguas porteñas.
Esas premisas –esto no es una tómbola; es el análisis de escenarios–, pueden auxiliarnos para imaginar el futuro mediato del PAN-TAM.