Por Pegaso
Dialogando con mi amigo El Catrín sobre el interesantísimo tema de la ornitología y la clasificación taxonómica de algunas especies, nos encontramos con ciertos grupos de aves muy extrañas que no aparecen en ningún libro o enciclopedia.
Me refiero, por supuesto, a las siguientes aves, colocadas aquí en orden alfabético:
-El pájaro con suelas
-El pájaro quema maíz
-El pájaro quema Marías
-El pájaro mea tormentas
Buscando en tratados más antiguos de grandes estudiosos del tema pude conocer más de estos escurridizos animales, casi al borde de la extinción.
Aves existieron que ahora son solo recuerdos de museo, como el pájaro dodó, cuyo nombre científico es Raphus cucullatus, el Moa oriental, el Águila de Haast, el Patagopteryx, el Brontornis, el Pelagornis chilensis, el Teratornis y el Phurusrhacidae, entre otros.
Nuestros ejemplares, aunque aún no están extintos como los descritos líneas arriba, sí están a punto de desaparecer de la faz de la tierra, gracias a las nuevas modas de percepción transgénero y a la progresiva emasculación de nuestra propia especie, el Homo sapiens.
-Así, pues, el pájaro con suelas es un ejemplar de ave posiblemente emparentada con los casuarios o avestruces. Sus enormes extremidades inferiores están recubiertas de escamas y callosidades que le confieren un aspecto de sandalias con macizas suelas, aptos para los áridos y agrestes campos de Australia, Nueva Guinea, Tasmania y Nueva Zelanda.
-El pájaro quema maíz posiblemente sea un ejemplar muy cercano taxonómicamente al cuervo. Hay ocasiones en que todo un cultivo de esa gramínea se ve siniestrado porque los avechuchos trasladan virutas de madera carbonizada de algún incendio forestal hasta los sembradíos de maíz. En el centro de la República Mexicana los agricultores se organizan para eliminar esa amenaza.
En el norte de Tamaulipas, más específicamente en el ejido Santo Niño, de este municipio de Reynosa, nuestro buen amigo Manuel Aguirre utiliza drones para ahuyentarlos.
-El pájaro quema Marías. Hemos encontrado algunas alusiones históricas. Por ejemplo, en la película Tizoc (Tizoc, amor indio, por su título original. Producción mexicana estrenada en 1956. Director: Ismael Rodríguez. Protagonistas: Pedro Infante, María Félix, Alicia Del Lago, Eduardo Fajardo y Julio Aldama), el protagonista le dice al cura de la parroquia: “Cuando el tecolote canta, el indio muere”. Entonces, aquí no cabe la menor duda. Debe ser de la familia taxonómica de los búhos (Bubo bubo), de una subespecie que se ha especializado en detectar mujeres humildes que se van a las ciudades a vender artesanías, las llamadas “marías”. Lo que aún no he investigado es el instrumento con el cual llegan a calcinar a tales féminas.
-Por último tenemos al pájaro mea tormentas. Esta especie aparece solo cuando hay actividad tormentosa o ciclónica. En medio de las lluvias torrenciales y los relámpagos es como se siente mejor esta extraña ave. Debe estar emparentada con el gorrión, porque se ha demostrado que esos plumíferos vuelan en parvadas incluso cuando el clima no es tan propicio.
Hay otra especie llamada El Pájaro que mea garras, pero por más que recorrí los tianguis de la ciudad no hallé ninguna referencia a ella.
Pues bien. Luego de este ilustrativo viaje, cuyo propósito no es más que introducir algo de cultura a nuestros sufridos y abnegados lectores, los dejo con el refrán estilo Pegaso que a la letra dice: “Debe contar con su propio fundamento”. (Su motivo ha de tener)