Pekín.– Inspectores con trajes de protección concluyeron ayer un operativo de varios días en el que fueron de puerta en puerta en Wuhan –donde surgió el brote del Covid-19 y la ciudad con más registros de personas contagiadas en China continental–, para ubicar a todos los contagiados. El coronavirus deja hasta hoy 2 mil 118 muertos y 74 mil 576 enfermos en el gigante asiático.
Las autoridades de Wuhan culminaron una operación para identificar a cualquier persona con síntomas que no estuviera contabilizada por el gobierno. Esto debe tomarse en serio, señaló Wang Zhonglin, recién nombrado secretario local del Partido Comunista para esta urbe, tras la destitución de varios funcionarios por su mala gestión en la crisis.
Las autoridades chinas denominan desde ayer a la enfermedad como síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés). Se aclaró que se identifica de manera oficial como Covid-19.
No hay nada más importante que la vida humana, afirmó el funcionario, de acuerdo con el gobierno de Hubei, provincia donde surgió el coronavirus. Advirtió que si se encuentra un solo caso nuevo (después de la operación sanitaria), los líderes de distrito tendrán que rendir cuentas.
En este contexto, las autoridades chinas retiraron la acreditación (que sirve como visa) a los reporteros Josh Chin, Chao Deng y Philip Wen, del diario estadunidense The Wall Street Journal, por la publicación el pasado día 3 de un artículo crítico hacia la gestión del brote del coronavirus con el título: China es el verdadero hombre enfermo de Asia.
El vocero de la cancillería china, Geng Shuang, explicó que el rotativo no ha presentado las disculpas solicitadas por Pekín por ese encabezado, que calificó de discriminatorio por motivos raciales.
Esta polémica surge al día siguiente del anuncio de Washington de la modificación del estatuto de cinco medios públicos chinos con oficinas en Estados Unidos, considerados desde ahora por la administración el presidente estadunidense, Donald Trump, órganos de propaganda.
Los medios afectados son la agencia Xinhua, la televisora CGTN, la Radio China Internacional, el Diario del Pueblo y China Daily, que tendrán que obtener la aprobación del Departamento de Estado para comprar propiedades en territorio estadunidense.
De acuerdo con los más recientes reportes, de los 2 mil 118 decesos y 74 mil 576 contagios en China continental, la mayoría se han reportado en Hubei, cuya población se encuentra confinada desde hace casi un mes.
Fuera de China continental el virus ya mató a dos personas en Hong Kong, dos en Irán, dos en el crucero Diamond Princess, cuya nacionalidad aún no se conoce, una en Filipinas, una en Francia y otra en Japón, pero más de 400 casos fueron confirmados en 30 países de América del Norte, Europa, Asia, Oceanía y África.
El mayor grupo de contagios confirmados en el extranjero está en el crucero Diamond Princess, que hasta hoy registró 621 enfermos, de los cuales dos fallecieron. La embarcación terminó con la cuarentena frente a las costas de Japón, por lo que 500 pasajeros sin síntomas, que dieron negativo en las pruebas y no tuvieron contacto con personas infectadas fueron desalojadas, informó el ministerio de Salud de Japón.
El vocero de la Comisión Nacional de Salud de China, Mi Feng, aseguró que la situación epidemiológica está bajo control y el número de los pacientes recuperados de la infección crece de manera continua. El periodo de incubación del nuevo virus puede ir de dos a 24 días, y sus síntomas son tos, fiebre, dificultad para respirar y puede derivar en pulmonía e insuficiencia renal. La mayoría de los fallecidos son personas mayores de 60 años y con enfermedades previas como hipertensión o diabetes.
En tanto, el presidente chino, Xi Jinping, pidió dar mayor atención a la protección de los profesionales de salud, tras la muerte de siete médicos, entre ellos el neurocirujano Liu Zhiming, quien hizo importantes contribuciones a la prevención y el control de la epidemia en Wuhan, y el contagio de más de mil 700 doctores y enfermeras.
El caso más reciente es el de Wang Ping, jefa del hospital ocho de Wuhan, quien se encuentra en estado crítico, informó el diario The Beijing News.
Ante la escasez de medicamentos y equipo clínico en el gigante asiático por la epidemia, los pacientes con VIH corren el riesgo de quedar sin medicamentos vitales porque las cuarentenas y los aislamientos destinados a contener el brote de coronavirus impiden que puedan reponer las reservas de tratamientos, advirtió la agencia de Naciones Unidas para el sida.