Por Oscar Díaz Salazar
En uno de los salones más fifis de Reynosa, La Cantera, estuvo la candidata Xochitl Gálvez con militantes y simpatizantes de los partidos que la postulan, mayormente del PAN, algunos del PRI y pocos del PRD, a los que se agregaron un número indeterminado de los «sin partido», autodenominados los xochilovers.
Al filo del mediodía y con el salón «de bote en bote», generaron un ambiente cálido, tanto en sentido literal como metafórico, y lo digo por el aspecto sudoroso de los asistentes y por el entusiasmo que se notaba en sus rostros.
A la plataforma donde se colocaron los protagonistas del acto político se fueron trepando, al tiempo de que los anunciaba el maestro de ceremonias, el candidato a la presidencia «Cacharro» Cantú, Gisela Gallegos candidata a diputada federal, Leonel Cantú candidato a diputado local, Martha Rubio candidata a diputada local, Mauricio Ettiene presidente de los Xochilovers, Imelda SanMiguel candidata a senadora, Arturo Núñez candidato a senador, César «Truco» Verastegui y Gerardo Peña delegado de la campaña presidencial en Tamaulipas.
Tres oradores tomaron la palabra en este acto. El primero fue el Cacharro Cantú quien recitó una seria de consignas a manera de estribillo y cuando intentó improvisar y desarrollar una idea, se le cruzaron los cables,se le pegaron los platinos y terminó cantinfleando.
Xochitl Gálvez continuó sin salirse del guión que le escribieron al inicio de la campaña, con los mismos temas, con idénticas arengas, con similares argumentos, con muchos elogios en boca propia al referirse a su historia de vida. De su discurso que siguieron con atención los asistentes, destaca por novedosa la historia de su viaje nocturno por la carretera ribereña y la mención de los hermanos Carmona como contrabandistas de combustible y financiadores de los candidatos de morena. Es evidente que a Xochitl Galvez solo le platicaron la segunda parte de la historia, el capítulo dos de una película que inició con el financiamiento de candidatos de su partido, el PAN, que es su partido aunque lo niegue.
Fuera de lo que señala el protocolo, de la regla que dice que el último orador debe ser el personaje con más relevancia en la ceremonia, le cedieron la palabra a la candidata al Senado Imelda San Miguel, que improvisó un discurso más bien malo, sin substancia y sin «filing». Alguien le aconsejó que su hija podría ayudarle a conquistar votos y por eso la está utilizando en su propaganda audiovisual y sobre ella trató su mensaje… Y luego se andan quejando porque «se meten con sus hijos»
Me dio gusto saludar a muchos amigos y conocidos. Veo que al bajar la marea, -cuando ya no están en el gobierno-, se depura el panismo y se quedan los que ahí andan por convicción. Los «amigos» del cargo, de las chambas, de los contratos, de los privilegios, están donde hoy encuentran esos estímulos y alicientes.
Observé al término del evento a las señoritas N, a las hijas de Francisco N, escoltadas por guaruras empistolados y no muy discretos, que a poca distancia las seguían entre la multitud. Con poco tiempo en estas andanzas, no eran objeto de mucha atención las descendientes del aún dueño del PAN en Tamaulipas.
Me dio gusto saludar a la maestra Magdalena Moreno, a mi amigo el presidente del PAN en Reynosa Joaquín Ramírez, a Leonel Cantú Robles, a Doris Cantú que cerró su ciclo en MC, a Ricky Moreno y a muchos otros militantes de Acción Nacional.