Por Oscar Díaz Salazar
Durante la campaña de la candidata del prian a la presidencia de la república, hubo dos momentos en los que expresó ideas, intenciones y propósitos, que “deberían” restarle muchos votos (poténciales), en Tamaulipas, si los ciudadanos pusiéramos atención a sus declaraciones, y/o si los contrarios hubieran destacado esas definiciones.
Me refiero a la promesa explicita, clara, rotunda y contundente de cerrar la refinería de Ciudad Madero, que de manera implícita nos muestra el modelo privatizador de la industria petrolera, que también afecta a otras regiones, como es el caso de Reynosa, con el gas de la Cuenca de Burgos y Matamoros, con la explotación de los yacimientos marinos, que hoy está en desarrollo.
La otra declaración de Xóchitl Galvez fue en el segundo debate que sostuvieron los candidatos presidenciales, cuando, fuera de su guion y en respuesta a un cuestionamiento de otro candidato, la panista (sin partido) declaró ser contraria a la industria maquiladora “porque explotan a los trabajadores”, agregando que fue por esa convicción que se opuso a la instalación de maquiladoras en la región con presencia de población indígena del sur del país. En donde su opinión se tomó en cuenta, por ser la funcionaria a cargo de la atención a los comunidades originarias, en el gobierno de Fox, Xóchitl Galvez se definió contraria al modelo de la industria maquiladora de exportación.
No me sorprendería que un político de izquierda se manifieste en contra de la maquiladora, pero si me extrañó viniendo de una candidata postulada por partidos que no sólo aceptan, más bien estimulan, la llegada de inversión extranjera directa y que incluso desean acelerar y profundizar el modelo económico de subordinación a otras economías.
Con esas promesas de Xóchitl Galvez, de cerrar la refinería y de rechazar las maquiladoras, yo espero que la votación del PRI, PAN y PRD, sean minúsculas en los municipios y regiones donde se vive de estas actividades. Espero que los habitantes de Ciudad Madero, Tampico, Altamira, Matamoros, Reynosa, Río Bravo y Nuevo Laredo, estén conscientes de que Xóchitl Galvez pretende dejarlos sin chamba y arruinar la economía de sus municipios, al menos de la forma y actividades que hoy realizan.
Sobre aviso no hay engaño.
Juan Carlos