Al Vuelo-Cierre

Opinión

Por Pegaso

Terminaron las campañas políticas. Cada candidato, partido o coalición hizo lo que pudo, con los recursos que tuvo a su alcance para llevar a su molino la mayor cantidad posible de votos.

“¡Alea jacta est!” La suerte está echada, como dijo Julio César cuando cruzó el río Rubicón. En estos momentos la intención del voto ciudadano ya es irreversible y solo falta oficializar los resultados con la votación, este domingo, a partir de las 8:00 de la mañana.

Como se acostumbra, en los días previos a la Jornada Electoral, marcados en la Ley Federal de Procedimientos Electorales, todos deben permanecer acuartelados en sus respectivos comités de campaña, dando los últimos toques a sus estrategias y planes para defender con uñas y dientes hasta el último sufragio.

El “Día D”, es decir, el día de la elección, el domingo 2 de junio, muy temprano llegarán los funcionarios de casilla a instalar todos los tiliches que se necesitan para recibir a los ciudadanos: Mamparas, urnas, boletas electorales, tinta indeleble, plumones, etc.

Los consejos distritales federales y los locales entrarán en sesión permanente hasta que se reciba la última urna, tal vez hasta la madrugada del día siguiente.

Para esto, funcionará el Sistema de Resultados Preliminares (PREP) que llevará la cuenta de cada resultado de casilla. Para las 5 o 6 de la tarde, ya conoceremos quién es el nuevo Presidente de la República, senadores, diputados federales, diputados locales y alcalde, gracias a ese ingenioso mecanismo. Pero como señala la Ley, el resultado definitivo se hará hasta el día 4, cuando se entregue la constancia de mayoría a las personas ganadoras.

En síntesis, ese es el proceso que se sigue normalmente.

Durante la campaña para Presidente Municipal, que duró 45 días, hubo de tocho morocho: Propuestas, guerra sucia, promesas, guerra sucia, posturas políticas, guerra sucia, recorridos por las colonias, guerra sucia, mítines masivos, guerra sucia, etc.

Los candidatos se dieron hasta por debajo de la lengua, pero fue muy poco el efecto en la intención del voto.

Eso sí. Se anticipa que habrá más voto cruzado en esta ocasión que en elecciones anteriores.

El voto cruzado es cuando un ciudadano, al tener las boletas en mano, listo para tachar al candidato o partido de su preferencia, cruza el de un partido para senador, de otro partido para diputado federal, de otro por diputado local y otro para alcalde.

En Reynosa, son cuatro candidatos a Presidente Municipal. En orden alfabético: Luis René Cantú, de la coalición “Fuerza y Corazón por México” (PAN-PRI), Mauricio De Alejandro, del PRD, Carlos Peña, de la alianza “Sigamos Haciendo Historia” (MORENA-PT-PV) y Rigoberto Ramos, de Movimiento Ciudadano.

El ciudadano, al llegar a la casilla que le corresponde, recibirá sus boletas electorales, una por cada elección (Presidente de la República, Senador, Diputado Federal de su distrito, diputado local de su distrito y Presidente Municipal), previo a entregar la credencial al Presidente de la mesa directiva. Luego irá a la mampara, tomará el crayón o pluma que esté ahí y procederá a tachar, sin salirse del cuadrito, al candidato o partido de su preferencia.

Habrá confusión, eso es cierto. Aún los mexicanos no estamos acostumbrados a ver todo ese galimatías de alianzas, partidos y candidatos.

Antes, llegaba un peladito a la casilla y un sujeto de patibulario aspecto le decía: “Tacha la banderita”, y el aludido llegaba hasta la mampara con una simple boletita y tachaba la banderita.

Hoy no es así. En la elección para Presidente de la República, el ciudadano de a pie se va a encontrar con que la boleta trae el logotipo del PAN y el nombre de la candidata “Xóchitl Gálvez”, luego el del PRI, también con el nombre de “Xóchitl Gálvez”, el del PRD con “Xóchitl Gálvez”, luego el Verde con el nombre de “Claudia Sheinbaum Pardo”, el PT con “Claudia Sheinbaum Pardo”, sigue el logo de Movimiento Ciudadano con el nombre “Jorge Álvarez Maynez” y MORENA con “Claudia Sheinbaum Pardo”. Por último, un espacio en blanco donde el elector puede poner el nombre que se le dé su regalada gana, incluyendo el de su mascota o artista preferido, si es que no le convence ninguna de las opciones anteriores.

Por el estilo vendrán las boletas para las otras cuatro elecciones.

Habrá mucho voto cruzado, pero también demasiados anulados, precisamente por esa situación de desconocimiento que tienen la gran mayoría de los mexicanos.

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “A proporcionarle, ya que es guiso a base de diferentes ajíes e ingredientes elaborado en recipiente cóncavo de arcilla”. (A darle, que es mole de olla).

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