Ciudad de México.- La emergencia sanitaria no detuvo a la gente que vio en la celebración del Día del Padre un motivo para tener algo que festejar.
Desde temprana hora se veía a las personas acudir a zonas comerciales aledañas a mercados para comprar carnitas, pollos rostizados, paella o carne para asar; lo mismo hizo en las tiendas de autoservicio.PUBLICIDAD
Otros pidieron sus alimentos para llevar en su local preferido, de los cuales algunos ofrecieron una botella gratis de whisky o coñac por un consumo de 700 a mil 200 pesos, pero tuvieron que hacer fila en sus autos para recogerlos.
Las promociones ofrecidas por medio de diversas aplicaciones con envío gratuito fueron aprovechadas también por algunas familias para no salir de casa y festejar al papá, al abuelo o al suegro.
Trabajadores de restaurantes comentaron que las ventas están a más de 50 por ciento por debajo del año pasado, aunque son mejores que hace dos semanas y confiamos en que mejoren, aunque seguiremos en semáforo rojo y no hay para cuándo cambie de color
.
En las tiendas mayoristas y de autoservicio se observaron pequeñas filas de personas para ingresar, al tiempo que el personal las invitaba a colocarse bien el cubrebocas, utilizar gel antibacterial y mantener la sana distancia.
La mayoría acudió a comprar la comida para celebrar a su familiar y unas cuantas cosas para la semana, porque no hay dinero y más tarjetazos no se pueden cuando no sabes si te van a aguantar en el trabajo
, afirmó Luis Pérez.
En los restaurantes de diversas plazas comerciales como Lindavista, se observaron filas de automóviles en espera de que su pedido estuviera listo pasa ser entregado, el cual estuvo acompañado de un descuento de 20 por ciento.
La gente aprovechó que se incluía una botella gratis o un paquete fiesta
con whisky de 300 mililitros, una lata de cerveza, serpentinas y vela de obsequio.
En los locales de las calles había pequeñas filas de consumidores que compraron las tradicionales carnitas para festejar al jefe de la familia y no dejar pasar esta fecha desapercibida, aunque ahora no hubo regalitos, porque no hay dinero
, dijeron Leticia y su esposo Roberto.