Dr. Adán W. Echeverría-García
Miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores de México
Luego de las elecciones presidenciales, el golpeteo entre los personajes de la política es lo que ha acaparado la discusión a lo largo y ancho del país; tanto de la fracción ganadora, como de aquel tripartido perdedor, en donde las acusaciones de unos contra otros no terminan. Esto ha llegado a involucrar incluso a aquellos personajes de radio, televisión, o de esos que, como parte de las redes sociales, intentan influir en cientos y quizá miles de ciudadanos que los siguen y los leen, aunque la gran mayoría no quisiera.
Así tenemos, en una esquina a Noroña que se enfrenta a Ricardo Monreal, por un lado, y sobre todo contra Adán Augusto, por la presidencia del grupo de Morena en el Senado.
En otra pista del circo, la lucha en el lodo es entre Marko Cortés, presidente del Partido Acción Nacional, contra el ex secretario del trabajo Javier Lozano, quienes en un programa cómico-político, se dijeron todos los insultos que pudieron: Javier le reclamaba a Marko, el por qué no quería a Genaro García Luna, si en tantas fiestas y reuniones brindaron juntos: “Por eso estamos tan jod…” le dijo Lozano, mientras le aplaudía; a lo que Marko le reviró: “Dile a la gente que estás enojado porque no te dimos la plurinominal que tanto exigías”. Ya saben bien ustedes, queridos lectores, que en este Teatro de la Democracia los integrantes del PRIAN se pintan solos para los más grandes ridículos.
No bastando el ataque que ha sufrido Marko de Javier, tuvo que lidiar conque Xóchitl lo acusara, en redes y en todos los sitios donde le dieron voz, de que durante toda la campaña electoral, Marko le gritó, le midió el dinero, y estuvo mangoneándola a su antojo; y no bastando lo anterior, Marko tuvo que meterse en una batalla en el tuiter con Felipe Calderón Hinojosa, porque el ex presidente espurio le comenzó a reclamar a Marko que dejó sin pluris a sus más preclaros amigos, esos con los que Calderón siempre hizo negocio. Por lo que Marko le reviró pidiéndole que explicara ya, de una vez y para siempre, sus relaciones con García Luna, y el por qué se dejaba mandar por éste, y por qué si no supo gobernar un país, ahora creía que debía decirle cómo conducir al Partido Acción Nacional. Calderón, como el cobarde que siempre ha sido, decidió no contestar. Entonces, Markito Cortés se comió a estos dos nefastos panistas que se atrevieron a reclamarle.
En el caso de Alito, ay Alito, Alito, Alito, éste ser se peleó con todos aquellos que alguna vez decidieron los destinos del Pri; decidió correrlos a todos, para luego reelegirse como presidente de ese partido “in sæcula sæculorum”. Esperemos a ver cuántos priistas quedan después de estos actos de Alejandro Moreno. Aquel que durante años anunció que Andrés Manuel se reelegiría, terminó reeligiéndose, contra todo pronóstico y contra todo priísta mayor de 45 años.
Esta reelección ha sido muy aplaudida por todos los simpatizantes de Morena, porque les da gusto que aquel personaje que ha hecho que el Pri pierda y pierda elecciones, decida quedarse como presidente del partido hasta que éste termine por consumirse: Plutarco Elías Calles da vueltas en su tumba, ténganlo por cierto. Esperemos que Noroña, después de estos pleitos con sus compañeros que jugaron para ser elegidos para candidatos por Morena con él y Claudia, logre superar estos malos entuertos y siga apoyando el proyecto que para la nación tiene Claudia Sheinbaum. Perderse en estos derroteros, harían que Morena se dividiera en hasta cinco facciones: amlistas, claudistas, ebradistas, monrealistas y noroñistas, lo que llevaría al Movimiento por el mismo camino que caminara el Prd: una ruptura encaminada a la extinción
