Por Oscar Díaz Salazar
«Ahora pagamos más del doble al IMSS por las cuotas obrero patronales», me comentó un empresario del ramo textil que tiene sus negocios (producción y venta) en Reynosa, agregando que el incremento a esas aportaciones están vinculadas al aumento al salario mínimo en la frontera que experimentó en este sexenio.
El empresario reynosense afirma que los trabajadores ganan casi lo mismo, en particular en las maquiladoras, pues al salario base que tenían hace seis años, le agregaban diferentes bonos y sobresueldos, lo mismo por puntualidad, asistencia, productividad, etc., y que el «ganador» con este incremento salarial en la franja fronteriza norte, ha sido el mismo gobierno a través de sus dependencias como el IMSS, Infonavit y SAT, que hoy recaudan más del doble de lo que registraban antes del gobierno obradorista.
Lo que causa grave molestia en este empresario, que yo comparto, y que es el sentir de las mayorías, lo mismo empresarios que trabajadores y sus familias, es que las instituciones gubernamentales citadas, (Seguro, Infonavit y Hacienda) sigan teniendo a Reynosa en el completo abandono, en la total desatención.
En otras poblaciones, que ni por casualidad tributan tanto al IMSS como Reynosa, hay buenas clínicas, hospitales, unidades médicas, teatros, unidades deportivas, velatorios, crematorios, bibliotecas, unidades de rehabilitación, guarderías infantiles, gimnasios, etc.
¿Y en Reynosa?
En Reynosa tenemos hospitales donde no te atienden, te reciben de mala gana, te tienen en espacios denigrantes, no hay médicos, no has especialistas, no hay medicinas, no hay equipos.
Acudir al IMSS es una odisea. Fuera de risa si no estuviera de por medio la salud, el bienestar y la vida de un ser humano.
El abandono histórico que el gobierno federal ha dado a las ciudades de la frontera, concretamente a Reynosa, se agudiza con el incremento de la población que llega a compartir los mismos servicios deficientes que aquí tenemos, y que deberían crecer y desarrollarse al mismo ritmo que crece la población, que, -no está de más mencionar-, también aporta al sostenimiento de esas instituciones.
Reynosa se ha especializado en la industria maquiladora de exportación y esto significa que su crecimiento está ligado al incremento de la mano de obra que trabaja en las maquilas, lo que implica que cada vez aporta más al IMSS, que por su parte muy poco retribuye y compensa estas aportaciones.
Legisladores, líderes empresariales, líderes sindicales, líderes de opinión y la población en general, debemos documentarnos, reflexionar, divulgar y exigir el trato que merece nuestra ciudad por parte de directivos de instituciones, como en este caso de Zoe Robledo, el director del IMSS.