Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Las obras públicas municipales siguen siendo el talón de Aquiles de Reynosa, trabajos tan retardados y tan ansiosamente esperados como el acoquinamiento de la avenida Virreyes en el tenebroso y abandonado sector de lo que antes fue la Zona Rosa, es a todas luces un nuevo fraude para los reynosenses, cuyos impuestos se despilfarran en favor de unos cuantos constructores privilegiados.
La obra aun no es inaugurada y ya luce baches, resquebrajamientos, ondulaciones y hundimientos en la amplia superficie, otra vez los constructores le vieron la cara al Presidente Municipal Carlos Víctor Peña Ortiz, y sus asesores y otra vez este trata de vérsela a los ciudadanos.
La avenida Virreyes, fue objeto de trabajos de instalación de un costoso adoquín que resultó un débil y reseco polvorón, porque este día al realizar un recorrido al sector acompañado por profesionales de la construcción, detectamos la dimensión del fraude.
Y QUE HABRÁ BAJO EL AQDOQUÍN
El adoquín se instala en áreas peatonales, pero aquí las genialidades de los asesores en obra pública determinaron que ese material puede también soportar el rodamiento de vehículos y zas, la calle ya muestra hoyancos, sin contar el pésimo terminado, trascendiendo la ineptitud de los chambones que hicieron el trabajo, asi como la deshonestidad de quienes avalaron la entrega de esta obra que según las fichas técnicas, contempla además trabajos de construcción de banquetas, bancas, alumbrado y ¡drenaje!.
Si por fuera no ponen el material requerido, imaginan lo que habrán puesto debajo de la tierra.
No se sabe aún a quién benefician estas “obras”, porque ahí es un barrio abandonado, peligroso, en que ninguna familia asiste ahí para pasearse por temor a ser asaltado, ya no hay restaurantes a la redonda, ni centros nocturnos en lo que hasta hace pocos años eran considerado un sector turístico y familiar.
En el día ese sector tampoco puede ser visitado porque no hay seguridad para el trasunte, además de que no hay área arbolada, y al menos una fonda donde tomarse un refresco, de ahí que trasciende que esta es una “chamba de relumbrón” como las muchas que se están realizando ahora en el centro de la ciudad y que entre paréntesis, tienen a la ciudad convertida en un asqueroso laberinto en el que no se puede transitar 10 cuadras sin que tengas que irte por otras calles alternas que a su vez te van alejando cada vez más, en lugar de acercarte a tu destino.
CONSTRUCTORES COMISIONISTAS
El Presidente Municipal Carlos Peña, duerme en sus laureles, mientras las empresas contratistas que son beneficiadas por adjudicación directa en innecesarias obras le encajan la uña al presupuesto, seguramente a cambio de la comisión del 30 por ciento, este es un clamor de los mismos constructores.
La fiscalización de las cuentas públicas y acaso la intervención del silencioso cabildo, al menos de los que no tendrán chamba en la próxima administración municipal se hace urgente; no se puede seguir asi, despilfarrando el presupuesto en trabajos no necesarios que lo único que hacen es perjudicar los ingresos del comercio establecido del centro de la ciudad, que lleva ya casi un año de pérdidas constantes al tener sus negocios cerrados a causa de la pésima planeación de obras de mala calidad.
