Tesoro sin atesorar…
Hoy 12 de agosto es el Día Internacional de la Juventud, celebración que se dio por primera vez en el año 2000 con diferentes eventos para estimular a los muchachos sin importar los colores, religiones, o estratos sociales, culturales o económicos.
En términos generales el origen y el motivo de la celebración son loables, más si se toma como referencia para signar acuerdos que beneficien de manera directa e integral a la juventud.
Aunque a decir verdad la juventud, por su importancia, no debe ser homenajeada solo un día, su atención debe de ser permanente, continua, y tanto organizaciones juveniles, religiosas, sociales, así como partidos políticos, instituciones gubernamentales y sociedad en general, deben vigilar el comportamiento de los jóvenes y estimularlos para que alcancen sus metas, todos tienen derecho a oportunidades.
Por lo general la juventud de hoy ya no es pasiva, es propositiva, tiene sueños, esperanzas, razón por la que se deben buscar las formas para encaminarlos, orientarlos y sean gente productiva, agentes de cambio.
Una juventud sana, educada, bien atendida, con oportunidades para demostrar sus capacidades y habilidades generará ambientes afables, sociedades seguras, grandeza para una nación.
Invertirle a la juventud es ganarle al futuro fortaleciendo el presente responsablemente para que estos tengan mejores espacios de expresión en todos los proyectos de sus vidas.
Hace algunos años la expresión socorrida para identificar a los jóvenes inquietos era decir que se trataba de rebeldes sin causa, otros calificaron lo que hacían fuera de la norma como manifestaciones propias de la edad, afirmaron que el realizar acciones que atentaban, incluso, contra ellos o los intereses familiares, era por inexperiencia.
La historia marca que desde siempre los jóvenes han sido parte fundamental de la vida social, económica y política de la nación, sus protestas tienen su verdad.
Reiteramos, los jóvenes son la grandeza de esta nación, una juventud bien orientada puede cambiar el rumbo de las cosas para bien de una ciudad, un Estado un país.
Pero lamentablemente en estos tiempos parece que tenemos parte de la juventud perdida en varios aspectos que les impiden crecer y tener una vida armoniosa, la deserción escolar, drogadicción, falta de oportunidades, hambre, abandono y hasta malas compañías son tan solo unos de los factores que hacen que los jóvenes se vayan perdiendo en un laberinto del que por lo general no encuentran salida, menos si no se les brinda la ayuda que necesitan.
Pero no todo está perdido, muchos jóvenes luchan por salir adelante, existen datos alentadores en las encuestas del INEGI, por ejemplo, en los últimos años más de 83 por ciento de los jóvenes de 12 a 17 años se conservan en instituciones escolares, están estudiando, lo que significa que no han caído de gravedad en los vicios y menos a la delincuencia, también que pronto se mejorarán los promedios de escolaridad en el país lo que no solo significa un número, sino que también da esperanza que será más competitivo y preparado, que estará listo para afrontar esa indolencia que se ha tenido con ellos.
Igual hay otras cifras que en realidad espantan, las que se refieren a los jóvenes que trabajan, aparecen muchos en el rango de los 12 a los 17 años, uno de cada diez jóvenes, es decir, son menores que se corre el riesgo de que deserten de la escuela y en un momento dado puedan ser parte de la delincuencia si no se les atiende en sus necesidades.
Los números de muchachos que han ingresado a la delincuencia también son alarmantes, al grado que se hace imposible no guiar un estudio que descubra las causas para ir inhibiendo el problema o eliminarlo.
Otro tema en el que se debe poner especial atención es en el desarrollo emocional de la muchachada. Datos oficiales dan cuenta que en estos tiempos los jóvenes inician en el consumo de sustancias nocivas a edad más temprana, que son muchos los chicos que están en su autodestrucción, el tabaco y alcohol es lo mínimo que consumen los jovencitos, muchos ya están perdidos en las drogas más duras.
Son muchos los factores que contribuyen a que jovencitos, casi niños, caigan en drogas y conductas inadecuadas, desde frustraciones, necesidades no atendidas, conductas mal canalizadas, el entorno en el que se desarrollan, y si, también las malas compañías.
Sin duda el principal factor es que los padres de una manera u otra se han relajado en su educación y atención, cierto es que hoy día padre y madre son proveedores y tienen que salir a trabajar dejando por lo general a los hijos solos sin supervisar que hacen, que ven en la televisión, a que páginas acceden en la computadora, con quien platican en sus dispositivos móviles o se juntan en sus ratos de ocio, de ahí la necesidad de darles tiempo de calidad cuando no se puede en cantidad y claro estimularlos para que tengan actividades extraescolares que les mantenga activos, para que tengan mente sana en cuerpo sano y la ociosidad no tenga cabida.
Pues el ocio es el padre de todos los males de la juventud, de ahí la importancia de que los muchachos siempre tengan una actividad o responsabilidad que hacer, el deporte y la cultura pueden salvar de las garras del vicio y conductas inadecuadas a muchos muchachos.
Y si, los jóvenes son compromiso de todos, de los padres principalmente, pero también de las instituciones gubernamentales y hasta de las iglesias.
Conclusión, celebraremos hoy, 12 de agosto, el Día Internacional de la Juventud y, créalo, lo hacemos con una amplia necesidad de debatir y analizar la misma, de buscar soluciones a sus muchos problemas, como evitar la gran deserción escolar que existe en este momento en el país, las pocas posibilidades laborares, la tentación de buscar dinero por el lado malo, exacto, no basta solo con decir que tendrán un porcentaje de espacios en la política, que nadie sabe en que los han beneficiado, y no, tampoco se trata solo de festejar y hasta vanagloriarnos de que los muchachos son nuestro futuro sino de preguntarnos, realmente, no en los discursos, si en los hechos ¿Qué se está haciendo para que el divino tesoro, la muchachada, atesore su futuro?…