DESDE ESTA ESQUINA

Opinión

MELITON GUEVARA CASTILLLO.

En el campo, cuando no son muy director, y quien explicar lo que sucede con unos y otros,
dan cuenta de lo que sucede con la pala y el azadón. Son unos instrumentos que se utiliza en
el campo y en otras actividades laborales. Sin embargo, lo explican así: quien solo sabe
usar el azadón, afirman, es una persona egoísta, que solo jala para él, es gandalla pues; en
cambio, el que usa la pala, es una persona que sabe compartir o, en pocas palabras, repartir
lo que jala con el azadón.
El símil de la pala y el azadón también es fácil contextualizarlo en la vida cotidiana. Hay
personas que son individualistas, que solo piensan en su beneficio, es decir, solo usan el
azadón, solo trabajan para ellos y para ellos. En cambio, otras personas, son el contrario a
los individualistas, son cooperativos, solidarios, colectivistas. A los primeros, no les
interesan los problemas comunitarios; a los segundos sí.
SUMAR Y RESTAR.
Eso del individualismo y el colectivismo son expresiones para describir lo que sucede con
el comportamiento de la gente en lo general. Sin embargo, en ciertos casos, en lugar de
hablar de la pala y el azadón, se usan los términos de la aritmética: el sumar y restar, en la
inteligencia de que son contrarios. Y algunas de las profesiones, claro su ejercicio, lo tienen
en sus contextos de triunfar o fracasar. Un artista, o deportista, que suma fans, es un
triunfador; si los va perdiendo, no hay la menor duda: su popularidad va a la baja y, en
consecuencia, su status de triunfador.
Sumar y restar es, en el caso de los políticos, una situación compleja: para ganar necesita
adeptos, votos. Veamos el caso de MORENA, elección tras elección ha incrementado sus
votos; en cambio, partidos como el PRI o de plano el PRD, los pierden al grado que este
último ya está, oficial y formalmente, desaparecido. Este contexto nos lleva a una dirección
inequívoca: el regreso, a la escena política, la existencia de un partido dominante, o
predominante, y el resto son meros satélites, como es el caso del Verde como del PT: viven
a expensas del partido dominante.
AMLO Y CLAUDIA.
El inicio del actual gobierno, el de Claudia Sheinbaum, generaba expectativas de siempre;
si será igual o diferente al que termina, al de AMLO. En las declaraciones antes y después
de tomar posesión, la presidenta hizo notar que continuara con el segundo piso de la 4T, y
que nunca traicionaría los principios de la 4T. En esta coyuntura, entendiendo que los
mensajes son narrativas del poder, se esperaba que en los hechos si hiciera algo distinto.
Hay, sin embargo, una realidad: si a AMLO, le funciono su narrativa, para adueñarse del
poder, para conservarlo y en la práctica, acrecentarlo, cambiarlo sería un error o un suicido.
¿Qué hará Claudia como presidenta? ¿Sumara o restara? Entendiendo que sumar al pueblo,
es fácil, puesto que ya tiene mas programas sociales para tener a la gente contento, y que

son fieles dijo una vez AMLO. La cuestión es si, en los hechos, tendrá la capacidad para
sumar a los grupos o núcleos sociales que han mostrado ser contrarios a la 4T. ¿Sumara a s
empresarios, a los industriales, a los inversionistas o se irán provocando desequilibrios
económicos y financieros? ¿Sera capaz de ir, gradualmente, sumando a la clase media?, si,
esa que AMLO califica como aspiracionista, conservadora y egoísta.
PERDER APOYOS.
¿Qué esta sucediendo en Victoria con el presidente municipal? Recordemos como, una vez,
perdió la elección municipal, le faltaron votos; para la siguiente elección, hagan de cuenta,
trabajo tres años, recorrió las calles y visito casas de Victoria, de sus colonias, de sus
barrios, así como de los ejidos. Y eso, a la larga, le permitió tener una estructura que le
permitió ganar: gano mas y mas adeptos que se transformación en votos, sumo apoyos a su
causa y eso lo llevo al triunfo.
Durante 3 años fungió como presidente municipal: sus decisiones, sus acciones, se
entiende, fueron las que determinaron que al participar en el proceso electoral para
reelegirse batallo para agenciarse con el triunfo. Los números indican que, aunque gano,
perdió adeptos… y esa perdida, quiérase o no, es el resultado a su trabajo como servidor
público. Ahora, por extrañas razones, enfrenta una rebelión de los regidores. Sean las
causas que sean, en la práctica, eso significa que así como perdió adeptos en la población
victorense, también los perdió en el Cabildo… claro, para unos, en todo ese proceso hay
una mano negra.
EL PODER.
En el ejercicio del poder, siempre nos han dicho, no se comparte; a menos que, como a
veces suele suceder, el verdadero poder sea ejercido de manera indirecta. Gobierna, pero no
manda. Y en el caso del conflicto político municipal, una versión que puede ser valida, es
quienes tienen las riendas del poder, demandan posiciones que el presidente no quiere
ceder… porque, al hacerlo, se convertiría en un florero: un ejecutor de decisiones que no
salen de su investidura formal.

Please follow and like us: