Por Alberto Guerra Salazar
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— Hace tres meses tomó posesión del cargo de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en Tamaulipas, pero la doctora en leyes María Taidé Garza Guerra no ha emprendido acciones de su flamante chamba que trasciendan a la Opinión Pública.
Antes que María Taide, la abogada Olivia Lemus cobró sueldos quincenales por ocupar la jefatura de la misma dependencia pero tampoco se preocupó por difundir en su tiempo, los resultados de su gestión.
No tenemos en Tamaulipas una cultura en derechos humanos simplemente porque no hay quienes asuman la defensa de estos derechos y todo lo que se diga al respecto es mera demagogia, mentiras, patrañas.
No queremos ser pesimistas, agua-fiestas, negativos, pero nos parece que no hay respeto para otros derechos elementales de los tamaulipecos, menos para los derechos humanos, que son alegóricos, simbólicos, de papel.
Algunos señores diputados locales se rasgan las vestiduras de manera dramática hablando de estos derechos, pero es solo para aparecer como defensores del pueblo y no son más que demagogos.
Todos los días, personas de diferentes estratos sociales pero principalmente los que no tienen fortaleza económica, acuden al edificio del poder legislativo para buscar que algún diputado les obsequie algunos billetes de banco para resolver urgencias perentorias, muchas veces comida.
Por supuesto, también hay vividores que acosan a los representantes populares con demandas económicas con el pretexto de comprar gas butano, pagar la renta, impedir que les corten el servicio eléctrico y hasta para cubrir servicios funerarios de algún pariente.
Pero son vividores bien identificados a los que los diputados y otros políticos, funcionarios y “servidores públicos”, les sacan la vuelta para tratar de evitar que los esquilmen.
La Comisión de Derechos Humanos de Tamaulipas tiene un presupuesto holgado para mantener a una planilla de burócratas, con cargo al dinero de los contribuyentes, sin que se conozca que desquiten con trabajo real y positivo.
En Nuevo Laredo, la presidenta municipal Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal encabezó una mesa de diálogo instalada para atender al grupo de personas que se manifestó en el puente internacional número 3,
Los quejosos denuncian presuntos abusos cometidos contra ellos por soldados, miembros de la Guardia Nacional, marinos y otros servidores federales, e inclusive la comisión de homicidios.
La jefa del Cabildo se comprometió con los manifestantes a dar seguimiento con celeridad a sus peticiones, así como a trabajar en conjunto con el Estado y la federación, para contribuir a generar soluciones adecuadas.
Carmen Lilia emplea un tono conciliador y amigable para conseguir avenimientos. Pidió que juntos transiten una nueva ruta en la que todos terminen de la mano, así como atender a las víctimas que así lo necesiten, ofreciendo por su parte, el apoyo del gobierno municipal.
Se comprometió a otorgar becas escolares a los familiares con la finalidad de que los niños no tengan problemas en continuar con sus estudios, así mismo, revisar situaciones financieras para apoyarlos directamente.
Ofreció a los abogados que representan a estas personas, apoyarlos en sus traslados a diversas instancias jurídicas foráneas, sean en Reynosa o Monterrey, ya sea con el pasaje o utilizando un autobús especial y evitar los gastos por este concepto.
El Sub-secretario de gobierno del Estado, Tomás Gloria Requena, está comisionado por el Gobernador Américo Villarreal Anaya en Nuevo Laredo, para participar en dar una pronta solución a la situación.
Tomás les pidió confianza a los manifestantes, argumentando que él personalmente puede hacer gestiones ante funcionarios federales, lo que facilitará que les hagan caso y accedan a sus peticiones.
En oros temas, hay luto en la sociedad de Nuevo Laredo por el fallecimiento del empresario Alberto Manzilla Sánchez, fundador y propietario del restaurante El Rancho, de gran fama en los dos Laredos.
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