Por Oscar Díaz Salazar
En Nuevo Laredo encontraron una fórmula impositiva para que el tráfico de mercancías o comercio internacional, representara un beneficio para sus habitantes.
En Bolivia la ley contempla que una parte de los recursos que se obtienen por el gas natural que se extrae, denominados regalías, se entregue a los gobiernos locales.
Desde hace años se estableció que un veinticinco por ciento del peaje que se recauda en los puentes internacionales propiedad de Capufe, se entregue a los gobiernos estatal y municipal, mitad y mitad, para hacer obras que mitiguen los daños o mejoren el entorno donde operan dichos puentes.
El tema de los impuestos no es un tema estático o fijo, ni en los montos, ni en las fórmulas, ni en los conceptos, ni en el universo de contribuyentes.
La búsqueda de opciones para aumentar los recursos que maneja la autoridad local, es una acción que se estimula como idea o concepto, pero se reprueba cuando es una realidad que afecta a quienes deben pagar los nuevos impuestos.
En el caso de Reynosa se han hecho varias propuestas que tienden a gravar actividades económica y/o segmentos de la población, que no han podido concretarse.
Tengo la impresión de que el rechazo a estas propuestas, como en el caso del impuesto que se pretende aplicar a la empresa ferrocarrilera que opera en el municipio, más que rechazo a la iniciativa, es una muestra de inconformidad con la autoridad municipal.
Creo que ese mismo desacuerdo con el presidente municipal es lo que explica el rechazo al incremento al impuesto predial que se propuso para los parques industriales, que de acuerdo a la última tabla de valores que yo vi -y que no ha sufrido cambios- está muy por debajo de su valor real o comercial, por debajo incluso de las colonias construidas por el Infonavit.
Me parece que el fortalecimiento de los gobiernos municipales, en este caso económico, es un objetivo positivo y necesario, que se debe perseguir con independencia de la opinión que se tenga de los gobernantes en turno.
Es evidente, y creo inevitable, que esos temas terminen contaminados por la lucha política, y así ocurre con el rechazo de las propuestas del alcalde de Reynosa para incrementar los recursos que recauda y administra.
Así hay que entender la defensa oficiosa (y peor si es remunerada) que hacen algunos personajes de mi tierra de la trasnacional Ferrocarriles de Kansas y de las empresas maquiladoras, que muy poco contribuyen al mejoramiento de nuestra ciudad.