POR José Inés Figueroa Vitela
EL FISCAL TIENE LA PALABRA
Los ecos de la historia resuenan con la visita del gobernador AMÉRICO
VILLARREAL ANAYA a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia, al tenor
de la ceremonia semanal de honores a los símbolos patrios y del estado.
Un gesto que no solo marca un hito, sino que también refleja un compromiso
renovado hacia la justicia, en un estado que vió sus índices de impunidad crecer como
sombra de un pasado reciente. Durante la ceremonia cívica, el Mandatario Estatal
destacó la vital importancia de esta institución para los tamaulipecos, quienes ansían
vivir en un entorno donde la ley se respete y se haga cumplir sin distinción.
A través de su discurso, el doctor enfatizó que la colaboración entre la FGJT y su
administración ha sido fundamental en el camino hacia un estado de derecho más
sólido.
La inclusión de la Denuncia Digital y la modernización de los procesos, son pasos
que no solo facilitan el acceso a la justicia, sino que también ofrecen una nueva
esperanza para quienes han sido víctimas de delitos.
“Si no hay denuncia, ¿qué perseguimos?”, preguntó VILLARREAL, planteando
una cuestión esencial en el proceso de reivindicación de los derechos y la justicia para
todos.
El controvertido fiscal general, IRVING BARRIOS MOJICA, con voz trémula,
complementó esa visión, al hablar de la transformación que la Fiscalía General está
viviendo, en temas sensibles, atendidos desde la creación de una Fiscalía
Especializada en el Delito de Feminicidio y la implementación de un protocolo
actualizado.
Los calificó como indicativos de un cambio profundo que busca no solo atender,
sino también prevenir la violencia de género, un tema crucial en la agenda de justicia
en la época contemporánea.
Uno y otros, coincidieron en que la capacidad operativa de la Fiscalía ha crecido, lo
que permite una respuesta más efectiva a las necesidades de la ciudadanía.
En el contexto que rodea este avance, la visita de la presidenta CLAUDIA
SHEINBAUM reafirma la importancia de la colaboración entre los diferentes niveles
de gobierno, para lograr un Tamaulipas más seguro y con mejores oportunidades.
Con proyectos que van desde la construcción de un tren de pasajeros, hasta la
modernización de la infraestructura, se vislumbra un futuro donde la justicia y el
desarrollo económico van de la mano.
La Agencia Nacional de Aduanas que en Nuevo Laredo se construye y la
Presidenta dejó el compromiso de regresar a inaugurar en marzo, más las estaciones
seguras que construiré el Estado cada 50 kilómetros de carretera, a lo largo de la
frontera, desde ya significan la esperanza de remontar tantos años de miedo e
incidencias funestos.
Este es un momento clave para Tamaulipas.
El desarrollo con acceso a mayores estadios de bienestar familiar, la seguridad y la
justicia, van hermanados en forma indisoluble y de ello se trató tanto la ceremonia
cívica de ayer, como la visita presidencial del fin de semana.
En los típicos botones de muestra, la llegada de la Fiscalía Digital y la apertura de
espacios para facilitar la denuncia, son señales claras de que la administración actual
está dispuesta a enfrentar los desafíos con valentía y determinación.
La participación ciudadana también en esto resulta esencial; cada denuncia es un
paso hacia la transformación del sistema de justicia en el estado.
Así, la colaboración entre el gobierno y la población, con el concurso de las
instancias centrales, se convierten en un pilar fundamental de la lucha contra la
impunidad, cuya resultante por necesidad será la justicia, la seguridad y La Paz.
La labor de la Fiscalía General de Justicia no solo se limita a investigar y procesar
delitos; su papel evoluciona hacia un enfoque más integral que incluye la educación y
la prevención.
En este sentido, es vital que los tamaulipecos se sientan empoderados para utilizar
las herramientas a su disposición, y que la fiscalía continúe fortaleciendo su capacidad
de respuesta ante las demandas sociales.
Tamaulipas está en el camino correcto, en la convocatoria del Gobernador
AMÉRICO a un gobierno y una sociedad colaborativa y participativa.
La justicia será una realidad palpable en la vida de cada tamaulipeco, con la lucha
contra la impunidad en una responsabilidad compartida que requiere la participación
activa de todos.
Con pasos firmes y decisiones audaces, el estado puede aspirar a un futuro mediato,
donde la justicia y la paz, más que un sueño, sean una realidad cotidiana.