Ma. Teresa Medina Marroquín.-
¿SABEN ESTOS ASPIRANTES LO QUE LES ESPERA EN UN
JUZGADO?
Ayer un medio de comunicación dio a conocer que son “varios”, aunque en
realidad son muchos, los ex funcionarios de los tres poderes de Tamaulipas
que aspiran a un cargo judicial, estatal o federal.
Entre la lista de estos aspirantes, donde, desde luego, figuran mujeres y
hombres, se observan a personas que figuraron en ciertos niveles de las
administraciones estatales y municipales.
Se trata de individuos que no desplegaron poderes de relevancia, excepto el
ex presidente del Supremo Tribunal de Justicia en Tamaulipas y del
Consejo de la Judicatura, David Cerda Zúñiga.
La cuestión, hablando con la franqueza del pueblo, es saber cuántos
profesionistas de todos estos tienen experiencia en puestos judiciales donde
la ley y sobre todo la justicia son temas relevantes y de primer orden.
Temas relevantes en un país donde la procuración y administración de la
justicia dejan mucho que desear, y son, en gran medida, parte de las
desgracias que han propiciado a lo largo de muchos sexenios federales y
estatales un desgobierno que sólo nos llevó a contemplar, con la conmoción
que esto implica, oleadas de ricos sexenales.
De estos anteriores, el 99% llegaron a los gobiernos con una mano atrás y
otra adelante, procediendo a generar las grandes catástrofes económicas
que sufre esta nación.
Desgobiernos que no sólo generaron ricos y riquillos que, hasta eso, han
olvidado la forma tan lastimosa en que llegaron a “trabajar” a las
administraciones locales y federales, pero que además de sus actuales
soberbias, donde se creen provienen de alcurnias y genealogías de “sangre
azul”, han sido los propiciadores del enorme drama de la inseguridad.
Mucha gente de esta, que antes de usar zapatos usaban chancla y
huarache, eran muy astutos en el arte maligno de la lambisconería,
ganándose así los cargos públicos donde abundaban los presupuestos.
LA ENORME IMPUNIDAD Y EL FRACASO DE LA JUSTICIA
Y yo, ni nadie, decimos que muchos de estos que buscan chamba en los
poderes judiciales de Tamaulipas, como en lo Federal, tengan las mismas
mañas de los aduladores a que hacemos referencia.
Los que, por cierto, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos fueron quienes causaron que en México, donde
diversos estudios cifran los niveles de impunidad en un altísimo 98.5% de
los delitos susceptibles de registro y donde sólo se denuncian 21% de los
delitos cometidos, la impunidad se convierte en el principal indicador del
fracaso de la justicia retributiva.
La ciudadanía pregunta: ¿Podrán muchos y muchas de estos aspirantes a
cargos de jueces con el trabajo que dicho de mejor forma es todo un
desafío, y que por ahora, a gritos y sombrerazos, sacan muy apenas los
actuales titulares de los juzgados locales y federales y sus respectivos de
alzada?
¿Están conscientes todas estas personas que la carga de trabajo en los
juzgados, sobre todo en los del fueron común, es tan exagerado y difícil,
que hasta los expedientes suelen acumularse en las recepciones?
VEREDICTOS, REACCIONES EN CADENA Y ODIOS ETERNOS
Yo sólo pregunto lo anterior, sin que tal cuestionamiento soslaye que todos
estos aspirantes no vayan a pensar y suponer que las chambas de jueces, y
no tanto las de magistrados, son como sumergirse sin tanque de oxígeno en
medio de un mar donde vidas y esperanzas tienen en estos juzgadores la
idea de que se les haga justicia pronta y expedita.
No creo que dentro de los requisitos de selección venga esta pregunta,
quizá sí, pero lo cierto es que muchas y muchos dudamos que estos
aspirantes sepan a ciencia cierta lo que les espera en un juzgado.
Y el nivel espantoso de expedientes que esperan justicia, lo que hace que
cada quincena y el bono respectivo que se ganan los actuales jueces
verdaderamente hayan sido ganados con el sudor de su frente y con la
presión de que si se equivocan en sus veredictos se desatarán reacciones
en cadena y odios eternos.
¡FELICES FIESTAS!
tessieprimera@hotmail.com, @columnaorbe, columnaorbe.wordpress.com