CONSTERNA MUERTE DE MARCO A. ZUÑIGA ALVIZO

Portada Reynosa

Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- “La muerte no existe, la gente solo muere cuando la olvidan”; con el valor de esta frase que el mismo Marco Antonio Zúñiga Alvizo, solía pronunciar, será recordado siempre el líder victorense, quien falleció en los primeros minutos de este lunes 13 de enero en la ciudad de Matamoros, a donde había ido a radicar por cuestiones de trabajo.
Zúñiga Alvizo, en los últimos años fue un dinámico activista de la dirigencia estatal de la Unión General de Obreros y Campesinos de México, desde donde encabezó varias luchas siempre en busca del respeto a la dignidad de la persona.
Como político, el dirigente se afilio desde su fundación al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y participó en la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, realizando activismo en toda la entidad, apoyando después junto con un gran número de tamaulipecos al hoy gobernador del estado, doctor Américo Villarreal Anaya.
Fue miembro distinguido del Frente Amplio Tamaulipeco y participó de muchas cruzadas para la dignificación de la burocracia, siendo un de los apoyos más significativos del sub delegado administrativo del ISSSTE en Tamaulipas, licenciado Raúl Velázquez Guerrero,
En Reynosa, apoyó al presidente de la Fundación Marcelo Olán Mendoza, cuando se propusieron y lograron la compra de decenas de aparatos de Aire Acondicionado para obsequiarlos al ISSSTE de Reynosa, misión en la que estuvieron al lado del secretario general nacional adjunto del Sindicato Nacional Progresista de los Trabajadores del ISSSTE, doctor Alfonso De León Perales, al igual que de la representación sindical local de la clínica “Dr. Baudelio Villanueva”, tarea en la que se involucraron también como directos beneficiarios los burócratas jubilados, representados entre otros cuadros por el profesor Alejandro Castrejón Brito.
Marco Antonio, será recordado siempre por su espíritu solidario, por apoyar todo ideario que tuviera una finalidad altruista; por su modestia y sencillez; por su sonrisa franca y por su marcado anhelo de que la vida siempre fuera mas sencilla para todos, muchas veces olvidándose de él mismo.
Hace apenas unos meses empezó a experimentar los estragos de una ruda enfermedad que ameritaba muchos cuidados e intenso tratamiento, pero que él no siguió las instrucciones en su afán de siempre estar de pie para apoyar a otros y por ello el final sobrevino, incluso antes de lo previsto.
Zúñiga Alvizo, acuñó para si otras frases aun en su lecho de dolor donde sonreía con ironía “Duele más el olvido que las heridas de la batalla…”
Vuela alto líder, usted ya cumplió con su encargo, descanse en paz.

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