La Comuna

Opinión

José Ángel Solorio Martínez
La fallida estrategia contra Almaraz
Por fin se escuchó la voz de Paquita Castro Armenta, diputada local por Río Bravo, Tamaulipas. Subió a la tribuna del Congreso para leer un punto de acuerdo –se presume redactado por ella– en donde denuncia que Miguel Ángel Almaraz -alcalde panista de esa ciudad- bebe cerveza en su oficina lo que representa una falta de ética en el desempeño de sus funciones.
¿Cometió una falta Almaraz?
Sí.
¿El Cabildo debió hacerle un apercebimiento?
Sí.
Una explicación, una disculpa y sanseacabó.
El asunto no debió haberse desbordado y llegado al Congreso.
Castro Armenta, creyendo llevar agua a su molino, con un texto que trasuda venganza política contra el presidente panista, convoca desde el parlamento tamaulipeco, con un discurso moralista y políticamente correcto se juzgue a Almaraz y se le crucifique.
Paquita la de Río Bravo, en su largo trajinar por el pueblo ha estado a la sombra de MORENA. Ha sido dirigente de partido.
La denuncia, sería prudente y relevante, si el Congreso no tuviera por delante tantas tareas por desempeñar. Y si no fuera el órgano fiscalizador de los ayuntamientos; pero no se han visto quejas en el Congreso de ayuntamientos como el de Matamoros que realiza una especie de cacería de brujas contra los intereses del exalcalde la Borrega López; el de Reynosa, que trae asoleados a los vendedores ambulantes por aumentar las cuotas municipales y eso es muy grave toda vez que violenta la Ley de Ingresos; o el de Altamira, que está tapizado por familiares del alcalde Armando Martínez Manríquez.
¿Beneficia políticamente a MORENA ese tipo de señalamientos contra el alcalde Almaraz?
No parece lo más efectivo para minar su arrastre.
El jefe edilicio, ganó a Lalo Yáñez con una impresionante ventaja.
No es un fenómeno como lo fue Juan Antonio Guajardo Anzaldúa; cierto. Pero si le siguen moviendo como hasta ahora, no descarten que la comunidad riobravense reaccione como en aquellos días.
El decir: Paquita está actuando, justo a contrapunto de lo que recomienda el manual.
El alcalde panista, tiene un sólido consenso.
Esas medidas, no le quitan ni una pluma a ese gallo. Y sí, ponen ante la opinión pública el deseo de los morenistas de debilitar el ayuntamiento prianista desde la capital.
Otra cosa, sería si se consolidara la estructura partidista de MORENA en el pueblo; que el partido se organizara como tal; que se acelerara el ingreso de nuevos miembros para con ello lograr que los morenistas riobravenses ganen protagonismo en el Consejo Estatal.
La intervención de la diputada Castro Armenta, puede verse como una actitud injerencista del Congreso –que no lo es–; la población lo vera así, porque tanta saña contra su alcalde les resulta inexplicable.
Deberían instrumentarse planes más inteligentes.

Please follow and like us: