La Comuna

Opinión

 

José Ángel Solorio Martínez

El Secretario de Salud de Tamaulipas Vicente Joel Hernández Navarro, citó a conferencia de prensa, para justificar lo injustificable. Nervioso, titubeante, tartamudo, trató de dar respuestas a los reporteros y de aclarar el proceso de licitación –del contrato de 300 millones de pesos– que, dice, fue ajustado a los procedimientos y avalado por los órganos de control interno de la dependencia.
Se hizo acompañar, como respaldo, del único sub-Secretario presentable de la Secretaría: el doctor Gabriel de la Garza.
De los otros involucrados, Dora Oralia Valdez Zozaya esposa de Antonio Varela Flores, Secretario de Desarrollo Rural de gobierno del estado y su asistente el Chino Velazco ni sus luces.
Ante los periodistas, en lugar de tapar el pozo, abrió otro.
Dijo que hace cuatro años, se compró material para el Hospital de Ciudad Madero y se embodegó hasta que terminaran la construcción del nosocomio.
Es decir: primero se compró el equipamiento y posteriormente se realizaron los trabajos de construcción del Hospital de Madero.
Vaya desfachatez.
Reconoció el monto de ese mega fraude: se echó a perder equipo en el orden de 300 millones de pesos.
¿Cómo?
¿Se averió el equipo?
¿Camas, quirófanos, lámparas, material oncológico, rayos X, se inhabilitaron?
¿Tan perecedero es el acero quirúrgico?
¿No tuvo tiempo para denunciarlo en su momento?
A lo que sigue.
Lo que los comunicadores cuestionaban, no era las rapacerías del sexenio pasado; no. Eran las atrocidades cometidas por él mismo y sus socios.
Particularmente, las licitaciones inmorales e irregulares –por no decir ilegales– de su cómplice Valdez Zozaya –y por extensión su esposo el Secretario de Desarrollo Rural, Antonio Varela–.
Nada de eso explicó.
¿Cómo es posible tanta corrupción en la entrega de contratos para sus amigos en forma amañada?
De los contratos entregados a Martín de Jesús Flores Rivera, su esposa Hilda Adriana del Pilar Peña Morales y a su madre, no informó.
Dijo que no le informaron del proceso.
Es decir: Dora Oralia Valdez Zozaya se manda sola.
Ni sus ojos y oídos en la Secretaría, el Chino Velazco le alertó del saqueo indiscriminado en la Dirección de Compras.
El Segundo Piso de la IV T de Claudia Sheinbaum en Tamaulipas, lo dinamitó la mafia de la bata blanca.

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