Por Tello Montes
Ángel Virgen: se despidió con pluma en mano.
En Tamaulipas, donde la tinta y la palabra han sido testigos de los cambios políticos y sociales, el nombre de Ángel Virgen Alvarado brilló con luz propia. Durante más de cinco décadas, su pluma incisiva y su inquebrantable compromiso con la verdad lo convirtieron en un referente del periodismo.
Su historia comenzó frente a un micrófono, como conductor de noticias en diversas estaciones de radio, donde su voz firme y su estilo directo lo hicieron ganar la confianza del público. Pronto, el periodismo impreso llamó a su puerta, y con ello, su incursión en los diarios más influyentes de Matamoros.
En las páginas de El Bravo, La Opinión y el Contacto, entre otros, Ángel Virgen Alvarado no solo fue reportero; su talento y dedicación lo llevaron a ocupar los cargos de jefe de información, subdirector y, finalmente, director.
Pero su verdadera esencia periodística residía en la columna que se convirtió en su sello personal: “LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES”. A través de este espacio, publicado en diversos medios impresos y digitales de alcance estatal, ejerció la libertad de expresión con inteligencia y respeto. Su análisis político, siempre profundo y reflexivo, sirvió como brújula para entender el rumbo de Matamoros y Tamaulipas, trazando líneas de crítica constructiva sin perder el equilibrio de la imparcialidad.
Ángel Virgen Alvarado no solo relató la historia de su tiempo; la interpretó, la cuestionó y la enriqueció con su visión clara y comprometida. Su legado trasciende las páginas y las ondas radiales, pues deja un ejemplo de ética periodística y valentía intelectual que perdurará en las generaciones venideras.
Hoy, Matamoros despide a un cronista de su realidad, pero su voz no se apaga. Sus palabras seguirán resonando en la memoria de quienes encontraron en él una fuente de verdad y un referente de integridad.
Ángel Virgen Alvarado se ha ido, pero su pluma aún escribe en la historia de Tamaulipas.
ÁNGEL SE DESPIDIÓ ESCRIBIENDO
En sus últimos momentos, cuando su voz se apagaba lentamente, Ángel Virgen Alvarado, postrado en su lecho, hizo un último acto de voluntad. Consciente de la inminencia de su partida, pidió una pluma y un papel. Quiso dejar, en unas cuantas líneas, un mensaje cargado de significado para su familia.
Hasta el final, sostuvo la pluma en su mano, como un símbolo de su amor por la palabra y su deseo de despedirse. Así, en el silencio de aquella habitación, escribió su último adiós.
UAT: CUENTAS LIMPIAS, PERO CON SOMBRAS DEL PASADO.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) ha salido bien librada en las auditorías del 2023. Tanto la Auditoría Superior de la Federación (ASF) como la del Estado (ASE) confirmaron que no hay observaciones en el manejo financiero de la institución, un contraste evidente con años anteriores.
El rector Dámaso Anaya lo celebró como un logro de su administración, destacando que la universidad mantiene un manejo honesto y transparente de los recursos, en sintonía con la política del gobernador Américo Villarreal Anaya. El presupuesto de la UAT en 2024 ascendió a casi 5 mil millones de pesos, con 1.7 mil millones aportados por el estado y el resto por la federación, lo que la convierte en una de las instituciones educativas más relevantes de la región en términos financieros.
Sin embargo, el fantasma del pasado sigue presente. Aunque la administración actual se enfoca en mantener cuentas claras, no se ha cerrado el capítulo del presunto desfalco de más de 180 millones de pesos detectado en la gestión anterior. La UAT mantiene una denuncia penal contra el ex rector y ex funcionarios, acusándolos de un desfalco que podría ascender hasta 500 millones de pesos.
Anaya es cauto al abordar el tema, dejando en manos de la Fiscalía y las instancias federales el desenlace de las investigaciones. Asegura que no se trata de eludir el asunto, sino de respetar los procesos legales. Pero deja en claro algo: si hubo daño a las finanzas de la universidad, alguien tendrá que pagar.
