Por Hugo Reyna/ EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Uno de los rostros agresivos e implacables de la Pandemia por el Covid 19 ha sido la gradual perdida de pertenencias materiales que las familias ante la insuficiencia de recursos económicos, terminan empeñando y en muchos de los casos perdiendo lo que con sacrificios compraron para sus viviendas.
En la casa de la familia de América Hernández, en el Fraccionamiento Rincón de las Flores, con tristeza han visto partir a la casa de empeño, algunas posesiones que eran como de la familia, una pantalla de televisión en la cual pasaban horas de entretenimiento y la lavadora.
Un equipo de sonido, también ha sido empeñado y así la mitad del mobiliario de su casa ha terminado en las casas de empeño y ante la imposibilidad de pagar la deuda por el préstamo, se resignaron a perderlas.
Como este drama, en muchos otros hogares se repite la historia de familias que tras el paso de una interminable Cuarentena, la presión económica ejerce el resto contra ellos y los mueve a recurrir a sus bienes materiales para resolver deudas y consumos necesarios que parece no fueron tomados en cuenta en el “Quédate en Casa”.
Muchos valores de las familias que lograron adquirir con su esfuerzo y trabajo, ahora enfrentan el dilema de comprar despensas, pagar servicios y medicamentos o seguir una Cuarentena indiferente a toda necesidad y justicia. Obligando a que aquellos que con sacrificio fue adquirido, termine en los anaqueles de alguna casa de empeño.