Pekín.– El nuevo coronavirus, considerado por China como su emergencia sanitaria más grave desde 1949, obligó ayer a Corea del Sur a proclamar la alerta máxima, a Italia a establecer la cuarentena en varias ciudades y suspender el carnaval de Venecia y presentaciones en La Scala de Milán, mientras varios países cerraron sus fronteras con Irán por el Covid-19.
El virus, que apareció en diciembre en la ciudad china de Wuhan, ha matado a 2 mil 592 personas e infectó a unas 77 mil en China continental, y ya se ha propagado por dos docenas de países, donde ha dejado 24 muertos y mil 200 contagiados.
El presidente chino, Xi Jinping, declaró que el Covid-19 constituye la emergencia sanitaria más grave en China desde la fundación del gobierno comunista en 1949, y reconoció deficiencias en la respuesta a la epidemia.
Mientras en el gigante asiático el ritmo de expansión parece haber caído –648 nuevos contagios de sábado a domingo–, fuera del país se ha despertado gran preocupación.
En Corea del Sur, el presidente Moon Jae-in, decidió activar el nivel más alto de alerta por enfermedades infecciosas, tras confirmar siete muertos y 764 contagios por el virus en el país. La epidemia de Covid-19 está en un momento decisivo. Los próximos días serán cruciales, señaló.
El máximo nivel de alerta permitirá a las autoridades cerrar temporalmente las escuelas, reducir el transporte público y los vuelos con destino y origen en Corea del Sur.
Irán registró ocho muertos y 43 contagios por el coronavirus, convirtiéndose en el país con más víctimas por el Covid-19 fuera de China, lo que llevó a Turquía, Jordania, Pakistán, Afganistán y Armenia a cerrar sus fronteras o prohibir los viajes.
La república islámica, sometida a severas sanciones estadunidenses desde que Washington abandonó el pacto nuclear en 2018, adoptó medidas drásticas para luchar contra la epidemia, entre ellas el cierre de los establecimientos educativos en 14 provincias. La capital, Teherán que cuenta con 8 millones de habitantes será puesta en cuarentena si aumentan los casos.
El guía supremo iraní, Ali Jamenei, acusó a la prensa extranjera de servirse de la epidemia como pretexto para entorpecer las elecciones legislativas del viernes pasado, marcadas por un gran abstencionismo y que ganaron los ultraconservadores.
En Italia, 52 mil personas se despertaron ayer en zonas de cuarentena impuestas en Lombardía y Véneto, donde ni la entrada ni la salida estaba autorizada salvo excepciones particulares, como decretó el primer ministro Giuseppe Conte.
Las autoridades del norte de Italia cerraron escuelas, museos, cines y lugares emblemáticos como la catedral de Milán, el célebre Duomo y el teatro La Scala, y suspendieron el Carnaval de Venecia ante el aumentó a 152 de los casos de coronavirus, que causó tres muertes, la última, ayer, de una anciana que padecía cáncer.
Italia es el país europeo más afectado por el virus. El foco se encuentra en Codogno, cerca de Milán. Todos tenemos miedo, pero cruzamos los dedos, esperamos que todo vaya bien, declaró, una empleada de farmacia, el único tipo de establecimiento que puede permanecer abierto.
Los países vecinos de Italia, como Francia, Suiza y Austria siguen atentos la situación en la península, y se preparan para una epidemia de Covid-19. El nuevo ministro de Salud, Olivier Veran, estimó muy probable la posibilidad de nuevos casos en Francia.
Un tercer pasajero del crucero Diamond Princess, en cuarentena en el puerto japonés de Yokohama, murió tras haber contraído el coronavirus, informaron medios locales. Se trata de un hombre de unos 80 años que se enfermó a bordo y luego fue trasladado a un hospital local.
Pese al confinamiento impuesto al crucero, más de 600 personas han dado positivo por coronavirus, de las cuales varias docenas se hallan en estado grave.
La multiplicación de nuevos contagios fuera de China confirma la alarma de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el riesgo de propagación de la epidemia de Covid-19, alertaron expertos, que pidieron reforzar la vigilancia.
La epidemia ha dado un profundo giro estas últimas 48 horas. La OMS y sus estados miembros deben reflexionar y pasar de una estrategia de contención a una de paliación, es decir, reducir el impacto negativo de la propagación del virus, estimó el profesor Devi Sridhar, responsable del programa de gobernanza sanitaria en la facultad de Medicina de Edimburgo.
Para la médica Nathalie MacDermott, del King’s College de Londres, la evolución de la epidemia es muy preocupante por la dificultad para identificar a la persona que está en el origen de los últimos focos epidémicos.