- La médica asegura que este premio es una muestra para los pacientes de que en el IMSS hay profesionales de la salud y otras categorías, que siempre se preocupan por ellos
EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Matamoros, Tam.- “Me siento orgullosa y honrada de recibir este premio, no me lo esperaba, me siento con un gran agradecimiento a mi casa, mi familia IMSS, sin ellos nunca hubiera sido posible este premio”, expresó la doctora Beatriz Alejandra de la Garza Cepeda, especialista en Urgencias y parte de un equipo COVID-19 en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 13 en Matamoros, galardonada con la Condecoración Miguel Hidalgo, en grado Collar.
De la Garza Cepeda señaló que al haber sido reconocida por el Gobierno de la República con esta presea siente una gran responsabilidad: “no sólo por mí, sino por todo el equipo de trabajo IMSS Tamaulipas, en especial a los trabajadores del HGZ No. 13 de Matamoros, los cuales siempre estuvieron trabajando desde el inicio de la pandemia”.
En este sentido, destacó que los médicos galardonados fueron propuestos por los pacientes que atendieron y por sus propios compañeros “y como siempre les menciono, sólo estoy haciendo mi trabajo, fue un gran reconocimiento saber que los pacientes que ayudé me reconocieron y mis propios compañeros, pero esto no sería posible sin ellos, este premio es para todos los trabajadores IMSS Tamaulipas”.
Además, puntualizó que el premio es una muestra para todos los pacientes de que en el IMSS hay personas, médicos, enfermeras y otras categorías, que siempre se preocupan por ellos y que harán más allá de su alcance para ayudarlos.
Al describir un día de trabajo en el hospital del IMSS en Matamoros, con entusiasmo respondió que un día de trabajo para ella es lo mejor del mundo: “para mí es una bendición trabajar en tan increíble y noble institución”.
Detalló que su día en el nosocomio empieza al recoger el Equipo de Protección Personal (EPP) que otorga el IMSS, va al baño, se pone el traje e ingresa al área COVID con todas las ganas e ilusiones de ayudar a los pacientes.
“Con mis compañero pasamos visita, saludamos a enfermería, ellos nos entregan los signos vitales de los pacientes; tomamos gasometrías y laboratorios, solicitamos placas y demás cosas que necesiten los pacientes”, relató la urgencióloga.
“Ponemos indicaciones, notas y saludamos a cada uno de los pacientes, siempre preguntándoles cómo se sienten y si necesitan algo más, y en la medida de lo posible, dárselos para que estén mejor”, explicó con sentimiento de orgullo y satisfacción.
Comentó que si un paciente quiere comunicarse con sus familiares, le notifican a la Técnica en Atención y Orientación al Derechohabiente (TAOD) y Trabajo Social, y se establece la comunicación.
“Terminamos nuestro día sin querernos ir, agotados y sudados, con sed y hambre, pero llenos de felicidad por ayudar, hay días en los que sentimos que la enfermedad nos rebasa, pero siempre tratamos de luchar por los pacientes”, subrayó De la Garza Cepeda.
Finalmente, la doctora invitó a la población en general a no bajar la guardia: “esta enfermedad es real, sigan con las medidas de protección personal, uso de cubrebocas, careta y, si es posible, no deben salir, quédense en casa, disfruten a sus familias y protéjanlas”.