Futurólogos
El 2021 ya está a la vuelta de la esquina. ¿Qué es lo que nos depara el próximo año a los habitantes de este contaminado planeta?
Ya he dicho que no soy vate, nigromante, pitoniso, oraculero, clarividente, brujo, chamán, adivino, profeta o arúspice, pero las cosas no se ven nada bien.
Si tomamos en cuenta que en épocas anteriores las pandemias duraban dos, tres o hasta cinco años, habría que esperar que por lo menos todo el siguiente año estemos aún con el Jesús en la boca esperando que la vacuna contra el coronavirus llegue a todos y que no tenga efectos colaterales graves.
Pensemos por un momento que el COVID-19 pueda contenerse allá, por el mes de junio o julio.
Lo primero que hará la raza será planear unas prolongadas vacaciones, ir a mover la panza a Acapulco, Los Cabos o Cancún y hacer todo lo que no pudieron realizar en el verano del 2020.
Para esa fecha estaremos a punto de votar para elegir diputados federales, diputados locales y alcaldes en Tamaulipas.
En cuanto a la economía, es muy posible que durante el invierno de este año vuelva a colapsar debido al rebrote de coronavirus.
Iniciaremos el año con muy malos pronósticos.
Ya estoy analizando cada capítulo de los Simpsons, desde su primera emisión hasta la última temporada para ver si en algún recuadro escondido hay una señal que nos oriente sobre lo que sucederá a corto plazo.
Ni Mhoni Vidente, ni Nostradamus, ni Madame Blavadsky, ni Baba Vanga, ni el Brujo Mayor, ni Walter Mercado, ni Mizada Mohammed han publicado todavía sus predicciones para el 2021, así que la raza está desorientada, en espera de tan esperados vaticinios.
A fin de que podamos darnos una idea de qué tan atinadas pueden ser esas predicciones, presento aquí algunas de las que hicieron los más famosos videntes de la historia y de los actuales:
-Nostradamus predijo para el 2020 que habría una gran crisis económica, el estallido de la Tercera Guerra Mundial, una enfermedad misteriosa de Trump y el asesinato de Putin. De ellas, solo se han cumplido dos, pero todavía faltan dos meses y cachito para que se acabe el año.
-Mhoni Vidente: Anticipó para finales de agosto y principios de septiembre un superhuracán de categoría 6, que habría muchas erupciones volcánicas, que un líder de Latinoamérica sería asesinado, que ganará Joe Biden la Presidencia de Estados Unidos, llevando como Vicepresidenta a Michelle Obama y que el Papa caerá enfermo y será sustituido por un nuevo pontífice. Falló casi todo lo que dijo para agosto. Veremos si Biden gana la Presidencia de Estados Unidos y si se le antoja nombrar a la vieja de Obama para que lo acompañe como Vicepresidenta.
-Baba Vanga anticipó que Trump y Putin sufrirían enfermedades y correrían peligro. Aseguró que el mandatario gringo caería víctima de misteriosa enfermedad que le causará un daño grave al cerebro.
Esa es solo una probadita de las profecías, predicciones y oráculos de los videntes más famosos.
Pero yo por eso no les creo. No le atinan ni al 50% de lo que dicen.
Si tuvieran los poderes místicos que dicen tener, lo verían todo, con pelos, datos y señas. Por ejemplo, ni Nostradamus ni Baba Vanga mencionaron nunca los nombres de personajes y sitios exactos, sino que son interpretaciones de gente sin quehacer que ha hecho de la especulación su modus vivendi.
A ver, ¿cuándo dijo Nostradamus explícitamente que dos aviones impactarían contra las torres gemelas de Nueva York?
Un amigo me envió dos archivos PDF con contenido esotérico. Me los hizo llegar porque dijo que me interesan ese tipo de temas y con esa lectura podría llegar a ser un perito en la materia.
Le dije que en realidad me inclino más por la ciencia, y que cuando toco temas como el presente es más bien en tono de ironía o burla.
La verdad, considero que son todos unos charlatanes. Tanto como aquellos que dicen que el futuro lo hacemos nosotros mismos.
No tienen la más mínima idea de lo que dicen quienes defienden ambos puntos de vista.
Por ahora los dejo con la duda, esperando que en una próxima colaboración pueda aclarar con suficientes argumentos lo que en realidad es el futuro.
Por ahora los dejo con el refrán estilo Pegaso: “Observar con el propósito de dar credibilidad”. (Ver para creer).