Niza.– El gobierno de Francia elevó ayer el nivel de seguridad en todo el país a emergencia de ataque
tras un atentado con arma blanca en la basílica de Notre Dame, en el corazón de Niza, que dejó tres muertos, uno fue degollado, además de reportar otras agresiones con cuchillo en Lyon, Aviñón y el consulado francés de la ciudad saudita de Yedá.
El ataque fue condenado por los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, España, Alemania, Turquía, Arabia Saudita, Irán, Egipto, además de la Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea y el Vaticano.
El atacante de Niza irrumpió en la catedral con un cuchillo de 30 centímetros cerca de las 8:30 la mañana y después de 30 minutos ya había matado a una sexagenaria, a quien le cortó la garganta hasta el punto de que casi la decapita
, y al sacristán Vincent Loqués, de 55 años, informó el fiscal antiterrorista, Jean-François Ricard, en conferencia de prensa desde la zona del ataque.
La tercera víctima, una brasileña de 44 años, logró llegar de la iglesia a un bar cercano, donde murió a causa de sus heridas. Digan a mis hijos que los amo
, logró decir antes de fallecer, según testimonios difundidos por la cadena BFMTV.
La policía de la ciudad, primera en llegar al lugar, disparó varias veces al agresor después de que, de acuerdo con los informes policiacos, se negó a soltar el cuchillo.
A las 9:10 el hombre ya había sido neutralizado
y fue hospitalizado en calidad de detenido, según la policía. Durante el ataque y su traslado al hospital, el agresor no dejó de gritar: Alá es grande
.
El fiscal Ricard explicó que el agresor es ciudadano tunecino, tiene 21 años e ingresó a Italia el 20 de septiembre por la isla de Lampedusa, donde fue puesto en cuarentena por la pandemia de Covid-19, y posteriormente entró sin documentos migratorios gubernamentales el 9 de octubre a Francia, directamente a París.
Su nombre es Brahim Aouissaoui y según una fuente policiaca le confiscaron un corán y dos teléfonos, además del arma, una bolsa con dos cuchillos que no llegó a usar y un documento de la Cruz Roja italiana expedido a un tunecino nacido en 1999.
El presidente Emmanuel Macron declaró que Francia fue atacada por nuestros valores, nuestro gusto por la libertad y la posibilidad de tener en nuestro suelo libertad de culto. Y lo digo con claridad: no cederemos terreno
.
Despliegue de 7 mil elementos de seguridad
Junto a su ministro del Interior, Gérald Darmanin, y el alcalde de Niza, Christian Estrosi, Macron confirmó que el ataque fue un atentado terrorista islamita
, elevó el nivel de seguridad a emergencia de ataque
y anunció que incrementará de 3 mil a 7 mil el despliegue de la fuerzas de seguridad en todo el país para proteger a la población y los lugares religiosos ante las festividades católicas de este fin de semana.
Desde el Sagrado Corazón de París a la Iglesia de Talence en Burdeos, las campanas de todas las iglesias de Francia repicaron en homenaje a las víctimas. El gobierno tunecino, tras condenar el atentado, anunció la apertura de una investigación.
Niza ya fue escenario de un atentado el 14 de julio de 2016, cuando en plena fiesta nacional un miembro del Estado islámico embistió con su camión a cientos de personas en el Paseo de los Ingleses.
Durante la jornada de ayer hubo otros ataques con arma blanca: un hombre fue neutralizado
en la ciudad de Aviñón tras amenazar a policías, un afgano armado fue arrestado en Lyon cuando intentaba subir a un tranvía y un saudita fue detenido tras apuñalar a un guardia en el consulado francés en Yedá.
Francia es azotada por atentados terroristas de gran impacto desde 2015, cuando un ataque yihadista el 7 de enero contra el semanario satírico Charlie Hebdo dejó 12 muertos. El 13 noviembre del mismo año un comando yihadista perpetró ataques coordinados en París que dejaron 130 muertos.
Actualmente se desarrolla el juicio en París por el atentado contra el semanario y la editorial volvió a publicar nuevas caricaturas del profeta Mahoma, lo que ha desatado multitudinarias protestas en los países con poblaciones de mayoría musulmana.
Las tensiones crecieron después de que un checheno de 18 años decapitó al profesor Samuel Paty cerca de París el pasado día 16 por haber mostrado a sus alumnos caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión. Durante un homenaje nacional al docente, Macron aseguró que no renunciará a la libertad de expresión.