AL VUELO/ Posadas 

Opinión

Por Pegaso 

Andaba yo volando allá, por la fría estratósfera, tras la llegada del Frente Frío número 17 que nos trajo un clima realmente sabroso que dificulta salir de la camita en la mañana para meterse a la regadera. 

Un invierno más, un año más… ¡pero qué digo! El 2020 no será un año como todos, sino que se ha convertido ya en un período negro para la historia de la Humanidad, con varios millones de personas muertas por la pandemia de COVID-19 y muchos más que luchan por sus vidas. 

Mucho me temo que entrará el 2021 y seguiremos igual o peor, porque la anhelada vacuna aún está lejos de llegar a la población abierta. 

Recién entrevisté a la Diputada Federal Nohemí Alemán y decía que será hasta finales del 2021 cuando se empiece a aplicar, y los primeros que la recibirán serán los médicos y enfermeras. 

Pero, ¡ea! No hablemos de cosas tristes. Llegó diciembre y con ello, el inicio de la temporada navideña. 

Todo es fé y es amor en la Navidad, como dice la canción de Tatiana. 

Y aunque las fiestas de fin de año nos agarran con miedo y sin lana, a la raza le vale madre y ya empieza a sentirse el calor humano, la convivencia y los buenos deseos. 

Llegaron el champurradito, los tamalitos y los buñuelos. 

Ir a las pre posadas y posadas que organizan los diferentes grupos, religiosos, empresariales o simplemente, entre los cuates. 

Ya anunció la Federación de Trabajadores de Reynosa que la tradicional posada que ofrece a los periodistas locales será el día 8, en el salón Polivalente. 

Ya se ha hecho costumbre que el que llegue primero recibe un premio especial, así que muchos se irán a dormir en el acceso desde una o dos noches antes, como ocurre en las tiendas gringas en vísperas del Black Friday. 

Sin embargo, las autoridades de salud recomiendan que no se hagan este tipo de festejos, porque al calor de la convivencia podría romperse la sana distancia y disparar el número de contagios. 

Ya me imagino si la pandemia de COVID-19 hubiese ocurrido en aquellos tiempos, cuando la virgen María y san José andaban buscando posada entre los rústicos de Galilea. 

Lo más seguro es que Pilatos hubiera implementado la cuarentena, así que sería aún más difícil que la pareja encontrara un lugar para dar a luz al niño Jesús. 

-Sí, pasen-les diría un caritativo padre de familia. Solo tengo un humilde pesebre. Nomás les pido que usen cubrebocas y guarden la sana distancia. ¡Ahhh! Y ahí tengo un frasco de gel para que saniticen sus manos. 

Esta temporada será muy especial a causa del coronavirus. 

Yo recuerdo, como si hubiera pasado mucho tiempo, que al llegar la Navidad te encontrabas a un cuate en la calle y le dabas un apretado abrazo con unas sonoras palmadas en la espalda para desearle una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo. 

Muchas cosas han cambiado. Por ejemplo, en el intercambio de regalos. Ahora no vamos a poder recibir un presente sin antes rociarle un buen de spray con alcohol o untarle gel bactericida. 

Seguramente en la posada de la FTR se guardará la distancia y por ahí estará Sanjuanita Aguiñaga con un termómetro láser tomando la temperatura de los que vayan llegando. 

Se rifarán entre la raza pantallas planas, lap tops, grabadoras y otros artículos que las empresas y los sindicatos donan para los tundeteclas de Reynosa y la región, porque hasta los de Río Bravo, Matamoros y Victoria se dejan venir para estar presentes en ese animado festejo. 

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso, inspirado en una famosa canción de mi ídolo Javier Solís: “Está en proceso de aproximación el duodécimo mes del año y sus festividades religiosas”. (Ya va llegando diciembre y sus posadas). 

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