EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- a 5 de enero del 2021.- Como parte de los protocolos de regreso del periodo de vacaciones decembrinas, la empresa Erika de Reynosa aplicó más de 4 mil pruebas de detección de COVID-19 a sus colaboradores a fin de evitar el riesgo de contagio durante la reanudación de operaciones de su planta.
La empresa, dedicada a la manufactura de productos médicos para hemodiálisis y diálisis peritoneal, dio inicio desde el fin de semana con la aplicación de las pruebas de sangre, gracias a una logística sin precedentes en la que participaron más de 40 personas entre médicos, enfermeras y personal de apoyo.
A su arribo a la planta, el personal fue trasladado a un área exterior en donde además de responder un cuestionario sobre posibles contactos con personas infectadas con COVID-19 durante el periodo vacacional, se les tomó una muestra de sangre para detectar el coronavirus.
En los casos negativos, los colaboradores fueron reincorporados de inmediato a sus labores, mientras que los casos positivos, serían enviados a un laboratorio para realizar una prueba confirmatoria.
Esta estrategia para la detección de casos positivos de COVID-19 permitirá mantener las instalaciones de la planta libres del coronavirus y continuar sus operaciones, catalogadas como esenciales por pertenecer al campo médico.
Las pruebas fueron aplicadas tanto al personal operativo y administrativo que regresó de vacaciones y se reincorporó a sus actividades como también a los empleados de nuevo ingreso.
En este proceso, participó además personal del departamento de Ingeniería de la planta con el fin de agilizar el flujo del personal desde su arribo a la entrada de la empresa, hasta su traslado a las áreas de espera, aplicación de la prueba y seguimiento.
Adicionalmente a estas pruebas, la planta fue sometida a un intenso proceso de limpieza y desinfección durante el periodo vacacional, cumpliendo y excediendo las recomendaciones de las autoridades federales y estatales de salud. Erika de Reynosa, compañía que opera en la frontera Tamaulipas-Texas desde 1988, es filial del proveedor más grande de productos de hemodiálisis y diálisis peritoneal, Fresenius Medical Care, empresa líder en el desarrollo de tecnología para el tratamiento de pacientes con insuficiencia renal crónica.