El tesoro de la Borrega
La más reciente medición de la aceptación ciudadana de los alcaldes, arroja un dato interesante: el presidente municipal de Matamoros, Tamaulipas, Mario López, es el mejor posicionado de entre sus homólogos lopezobradristas del país. Esto llega en la coyuntura del registro de los candidatos a las alcaldías de los 43 municipios del estado y en un escenario local en donde algunas expresiones externas, intentan meter mano en el proceso para la elección del candidato.
Aún y cuando no existe en todo el abanico morenista un sólo precandidato –o precandidata– con la potencia para ganar la elección –como sí la tiene el alcalde–, se pretende mezquinamente cerrar el paso a la Borrega.
Hace dos años, cuando la sociedad matamorense enfrentaba a un panismo en ascenso y protagónico, pocos morenistas –muy pocos– aceptaron ser candidatos –y los que querían, era para dejarse caer antes del toque de la campanada final–.
Únicamente Mario, aceptó ir, desde el Partido Encuentro Social, contra la corriente entrar a la disputa por la alcaldía.
Nadie me lo contó.
Yo lo vi.
Un candidato agobiado por las tareas, recorriendo colonias con un inseparable seguidor y operador de medios: Miguel Garay. Hay fotografías, en donde los dos, bajo la sombra de algún árbol en una marginada colonia, descansan de la jornada de visitas domiciliarias.
Una pesimista y falta de fe, estructura partidista –iba en coalición MORENA-PES– se percibió distante de los esfuerzos de Mario y su reducido equipo.
(Muy probablemente, los candidatos a regidores en el Cabildo, esperaban ir a la rebatinga por las regidurías de Representación Proporcional; es decir: jugaron a perder para ganar).
Su posicionamiento como de los mejores alcaldes morenistas a nivel nacional, evidencian lo que desde hace tiempo se sabe: su buen trabajo al frente del Ayuntamiento.
Casi 80 mil votos –cifra con la que ganó la Presidencia municipal la Borrega–, son muchos para tirarlos a la basura. Otro aspirante no rebasaría los 50 mil.
La sensatez, dice que Mario López será reelecto.
Lo otro, es el ambicioso deseo de un viejo corporativismo –suponen, que los obreros a su conjuro van a votar unánimemente por quien se les ordene– en retirada.
La Borrega, con más colmillo, con más estructura, con más aliados, estará arañando en esta segunda oportunidad, los 100 mil votos.
Un tesoro para MORENA.
Un caudal de energía, para el 2022 tamaulipeco.