Ciudad de México.– Infractor recurrente de la legislación electoral durante los últimos tres comicios intermedios, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ha apostado a la transgresión de la ley para captar mayores preferencias, como ocurrió este año con la contratación de influencers.
Se basa en estrategias propagandísticas para explotar los resquicios legales; apostar a los cabildeos con autoridades electorales para reducir multas, hacer cálculos y ponderar si sale más barato violar la ley a cambio de los beneficios que esto le reporte, además de espacios políticos y mayores prerrogativas.
La ruta tiene historia: compra ilegal de espacios en televisión desafiando el modelo de comunicación en 2009; firma a personajes famosos para hablar a favor del Verde en veda electoral y el pago masivo de espots de presuntos informes de labores de legisladores en 2015, así como la contratación de influencers en 2021 vía redes sociales. Todas son acciones que buscan mayor rentabilidad electoral, advierte el especialista en comunicación política Luis Miguel Carriedo, quien enfatiza que violar la ley resulta barato: captan mayor financiamiento público y con ello pagan multas.
En 2021, la abierta violación de la veda electoral mediante pronunciamientos de influencers (algunos de los cuales reconocieron recibir pago) la justifica el PVEM: “Claramente (la veda) es para los candidatos y los partidos, pero no prohíbe que los ciudadanos expresen su sentir”. Si se pretende regular las redes sociales, agrega, “no estamos de acuerdo”.
Siempre ha aprovechado vacíos legales y en esta ocasión intenta aprovechar ese vacío en redes social, indica Carriedo, como ocurrió en 2009, cuando en un contexto en que las grandes televisoras arremetieron contra la reforma que prohibió la compra de publicidad a partidos, fue el que ideó darle la vuelta.
El PVEM contrató publicidad en la revista TvyNovelas, en lo que era la primera elección donde los partidos ya no podían contratar espots en radio y televisión. En ese número TvyNovelas entrevistó a dos actores que elogiaban la oferta electoral del partido y la revista fue anunciada hasta la saciedad en televisión promoviendo la entrevista, al punto que, después de un largo litigio, se le impuso al Verde una multa millonaria, que, gracias a los cabildeos, el TEPJF anuló simple y llanamente.
Era la tercera multa más alta de la historia después de Amigos de Fox y Pemexgate: 194 millones de pesos “que el TEPJF anuló con argumentos de errores procedimentales en una resolución que canceló lisa y llanamente el expediente”, señala Carriedo, para quien la reciente contratación de influencers que promocionaron al Verde en la veda fue una más de las recurrentes violaciones que debieran ser sancionadas de forma drástica.
La contienda de 2015 no fue la excepción. Al amparo de un criterio avalado por el TEPJF, montaron una campaña millonaria basada en presuntos informes de labores de diputados federales, en connivencia con las televisoras, y adquirieron espots en las cadenas de cine a precios irrisorios. Ambas conductas fueron sancionadas por el INE y avaladas por el TEPJF ante la evidente vinculación de los “informes” con la campaña, recuerda Carriedo, quien censura el “recurrente fraude a la ley” en que ha incurrido el PVEM.