Ciudad de México.- Quitar el estigma que asocia a Sinaloa con el narcotráfico, restablecer la paz y la seguridad, centrarse en la vocación social de esa entidad, que es producir alimentos para todo el país, y mejorar las condiciones de vida de campesinos, pescadores y de la población en general, son las metas del gobernador electo, Rubén Rocha Moya.
Es también una prioridad, dijo, estar al pendiente de la investigación sobre el asesinato del corresponsal de La Jornada, Javier Valdez, cuya pérdida, enfatizó, fue muy sentida para él, ya que eran “muy buenos amigos”. Está doblemente comprometido, resaltó, a que se haga justicia, que ese “atroz crimen” no quede impune y también a dar todo el respaldo a la esposa y los dos hijos del periodista, ultimado el 15 de mayo del 2017.
Primer gobernador de izquierda que tendrá Sinaloa, después de décadas de dominio absoluto del PRI, el morenista se prepara para tomar las riendas del estado, luego de arrasar en la elección de junio pasado, al lograr 56 por ciento de los votos –el más alto porcentaje obtenido entre todos los candidatos ganadores– ya que triunfó en 15 de los 18 municipios, y tendrá un Congreso local de mayoría absoluta.
En la entrevista con La Jornada, no alardea de esa victoria contundente, pero señala que ese apoyo “amplio y generoso” que recibió de los sinaloenses aumenta su compromiso de no fallar a quienes depositaron la confianza en él. De entrada, precisó, en los meses que faltan para asumir el gobierno –el próximo primero de noviembre– trabaja en los proyectos que convertirá en obras públicas.
Ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, académico y senador de Morena con licencia, Rocha Moya destaca que se va a enfocar en que se deje de estigmatizar a Sinaloa al ligarla al narcotráfico, ya que la gran mayoría de los sinaloenses “son hombres buenos y productivos”.
Originario de Badiraguato, es testigo, precisó, de que la imagen que se tiene a nivel nacional e internacional de ese municipio, que es uno de los más pobres de la entidad, no corresponde con la realidad. Son pocos, dijo, los personajes que se dedican al crimen, al narcotráfico, aunque tienen notoriedad, la mayoría “son gente noble, de buenos sentimientos”.
El gobernador electo señaló que el combate al narcotráfico corresponde al gobierno federal, pero su administración coadyuvará para disminuir los delitos del fuero común, como homicidios y robo, que se derivan del crimen organizado, además de bajar las adicciones.
Para ello pondrá en marcha, detalló, una estrategia de seguridad en dos carriles. Primero, atacar las causas sociales que originan la delincuencia, a través de programas sociales, y segundo, crear empleos, a fin de que la gente tenga recursos para vivir, porque cuando no los hay “jalan para otro lado”.
Se entrevistó ya con los empresarios “y les pidió que no tengan miedo, ya que habrá respeto y cuidaré mucho su inversión, porque nos interesa que generen empleos, para sacar de la pobreza a la gente”.
Autor del libro El disimulo, donde analiza cómo el narcotráfico permeó en la entidad desde la década de los 50, agregó que para el combate de ese grave problema se requieren “tiros de precisión”, por lo que en su gestión los sistemas de inteligencia se utilizarán para ubicar a los delincuentes, no en espiar a los opositores, como se hacía en otros gobiernos.
La entrevista se llevó a cabo en la Ciudad de México, donde Rocha Moya acudió a entrevistarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros funcionarios, con los que abordó puntos centrales para el desarrollo de Sinaloa. Un tema toral fue la necesidad de apoyo para que no se caiga la planta productiva en materia de agricultura, ganadería y pesca.
Sinaloa, recalcó, tiene 800 mil hectáreas de riego en las que se siembran frijol, maíz, trigo, sorgo y garbanzo. “Somos productores de punta de esos granos” y el estado con mayor producción de jitomate, chile, berenjena y otras hortalizas, así como de mango. El proyecto ahora es incorporar a los campesinos del sur de la entidad a la producción de alto nivel, a través de 45 mil hectáreas de riego, y para ello se concluirán dos presas.
“Con ello, dijo, se reforzará la vocación productora de alimentos de Sinaloa”. Se refirió igualmente a mejorar las condiciones de vida de los pescadores, los que extraen del mar camarón, langosta y otros productos de gran riqueza, pero ello no se refleja en sus percepciones.
Gobernará, adelantó, acompañado de un gabinete paritario, con hombres y mujeres probos. La principal cualidad para elegirlos será la honestidad, y aunque ha recibido ya críticas respecto a que dejará fuera a quienes tienen experiencia, respondió que los únicos que la tienen son los priístas, que son quienes ocuparon los cargos en toda la historia de la entidad.
En este momento revisa perfiles, lo va a pensar bien, precisó, porque no quiere “dar un mal paso de entrada”, ya que su intención es ir a fondo contra las prácticas de corrupción y “para ello necesito funcionarios honorables y transparentes”.