Por Oscar Díaz Salazar
Una de las estrategias que en ocasiones emplean los «partidos chicos» para subsanar su poca presencia en el electorado, es ganarle tiempo al tiempo y madrugar, para ver si Dios (y los electores) les ayudan.
Esa estrategia del madruguete la vemos en Movimiento Ciudadano, un partido que ya enseñó sus cartas, al sugerir, en voz de su dueño Dante Delgado y del gerente de la sucursal Tamaulipas, Gustavo Cárdenas, que el ex alcalde victorense, Arturo Diez Gutierrez, será su candidato a gobernador de Tamaulipas en 2022.
El otro partido en el que muy pronto mostrarán sus cartas, es el del Trabajo o PT por sus siglas. Los consensos se están logrando a favor del rector propietario de la Universidad del Norte de Tamaulipas, Francisco Chavira Martínez.
Los petistas están molestos con los morenos y con el presidente Andrés Manuel López Obrador. En la dirigencia colectiva del PT en Tamaulipas se tiene la convicción de que los han marginado del gobierno, a pesar de que formalmente integraron la coalición que llevó al triunfo a López Obrador.
Los petistas de la vieja guardia, los que participan en las luchas de la izquierda por convicción y desde hace muchos años, observan con enfado y preocupación como el gobierno que pregona ser el impulsor de la cuarta transformación de nuestra patria, se llena de priistas, – y uno que otro panista – a la par que se margina a los precursores de este movimiento político.
Ante ese desprecio de los neomorenos incrustados en el gobierno y en la dirigencia del partido, los petistas han decidido buscarle por su cuenta y preparar un candidato para ir en solitario en la elección para gobernador. Ese candidato puede ser el oriundo de Ciudad Mante, residente de Nuevo Laredo, que estableció en Reynosa su oficina central, y que frecuentemente visita los campus universitarios establecidos en la mayoría de los municipios de Tamaulipas.
Con el antecedente de su participación como candidato independiente a gobernador en 2016, Francisco Chavira debe ser uno de los políticos más conocidos del Estado. Con la bandera de la organización política Ruta 5, de la que es secretario a nivel nacional, ha hecho política en el último año, y aclaro que con esa bandera, porque en realidad lleva más de dos décadas participando en la política y desde la izquierda.
Considero que hacen bien los petistas en reconocer que los morenos no los quieren, que solamente los utilizaron y que ya les resulta incómoda su compañía. Ante el mal trato, los del PT hacen bien en deslindarse de los compañeros de viaje que no quieren compartir los frutos del trabajo conjunto. Los petistas deben tener en mente la expresión «más vale solos que mal acompañados» y prepararse para buscarle por su cuenta… En eso andan.