ENCUESTA CIUDADANA: ¿ÉXITO O FRACASO?
- Todo depende del cristal con que se mire: para algunos la consulta fue un éxito; para otros, fue un fracaso. ¿Y para el presidente?
Finalmente, la consulta popular para enjuiciar a los expresidentes, se llevó a cabo, “haiga sido como haiga sido”, según el dicho del expresidente Felipe Calderón, el villano favorito, por cierto, del presidente Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral, el porcentaje de participación osciló entre el 7.07 y el 7.74 por ciento del padrón electoral, lo que no permitió que la consulta fuera vinculante, ya que para ello se necesitaba que el 40 por ciento de la lista nominal participara en el ejercicio, lo que no ocurrió. Es decir, de los pocos menos de 40 millones de votos que se requerían para vincular la consulta, sólo menos de 6 millones de ciudadanos participaron.
Y de quienes acudieron a votar, entre el 89.36 y el 96.28 por ciento votaron por el “Sí”, es decir, aprobaron investigar crímenes cometidos por los titulares del Ejecutivo Federal en los sexenios pasados, mientras que entre el 1.38 y el 1.58 por ciento votaron por el “No”, según el conteo rápido del árbitro electoral. Asimismo, los votos nulos oscilaron entre el 2.19 y el 9.21 por ciento.
También, en la numeralia de la Consulta Ciudadana, el INE detalló que, de las 57 mil 077 mesas receptoras programadas para ser instaladas durante la consulta popular, se instalaron 57 mil 014, lo que representa el 99.98 por ciento. Un “casi todas” dirían en mi pueblo y se reportaron, preliminarmente, 476 incidentes menores.
En las últimas horas, Lorenzo Córdoba Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, ha asegurado que la Consulta fue un verdadero éxito. Y si, organizativamente hablando, resultó un evento muy bien organizado por parte de la autoridad electoral, lo que fue sólo su responsabilidad. Lo demás, la publicidad, los tiempos de veda electoral, la convocatoria, la pregunta, no fue responsabilidad del INE y la asistencia a las mesas de votación fue responsabilidad ciudadana.
Pero me parece que hay algunas cosas que no embonaron en la organización de la Consulta. Primero, el argumento. Someter a consulta ciudadana la aplicación de la Ley es tanto como que a Usted o a mi nos pregunten si queremos pagar o no impuestos. Así de sencillo. Si el titular del ejecutivo federal tiene pruebas de las corruptelas y raterías de los expresidentes, lo que debe hacer es presentar las denuncias correspondientes y que la Fiscalía General de la República haga las investigaciones y se lleve el caso ante un juez. Lo otro, dicen en mi pueblo, es hacerle al Tío Lolo.
De no seguir el presidente López Obrador el procedimiento que marca la Ley, es dejar todo en el limbo, para no entrarle al toro por los cuernos y dejar abierta la posibilidad, como ha hecho hasta hoy, de mantenerlos los “villanos favoritos” y como argumentos de la mañanera, para poder acusarlos, ofenderlos y endilgarles milagritos y adjetivos.
El otro asunto tiene que ver con la pregunta que se presentó a los electores en las papeletas: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”. ¿Le entendió? Yo honestamente no.
Y me parece, reitero, que la consulta resultó más un distractor, una de las llamadas cajas chinas, como muchas que ha habido a lo largo de esta administración: la venta del avión presidencial, la rifa del avión presidencial y la no entrega de premios por la rifa del avión presidencial, entre muchas otras.
Mario Delgado Carrillo, presidente nacional de MORENA, calificó como todo un éxito este ejercicio de democracia participativa. Sin embargo, al término del ejercicio el dirigente morenista dijo que promoverá constituir el «tribunal de los pueblos». ¿Enserio? ¿Pues no que fue un éxito la Consulta? ¿Y entonces para qué ahora instituir un “tribunal de los pueblos”? ¿Querrá Mario meter al bote a los expresidentes? Líneas arriba le dije el procedimiento de la justicia mexicana, aunque claro, los personajes en cuestión van a defenderse y un pleito de esos no habrá de resolverse antes de la elección presidencial del 2024.
Pero, además, debe quedar claro que con la vara que midas serás medido, por lo cual, me parece, el presidente va a preferir dejar el estado de las cosas como están. Políticamente le acarrea más beneficios que meter a alguno a la cárcel, si es que puede.
Tras el resultado de la Consulta, Delgado Carrillo dijo que Morena se pronuncia a favor de romper los pactos de impunidad y abuso que se propiciaron en los gobiernos neoliberales, encabezados por “vulgares ambiciosos que no tuvieron reparo en arriesgar la vida de la población en aras de la corrupción”. ¡Ups!
Asimismo, Epigmenio Ibarra, hombre de gran cercanía al presidente López Obrador, pidió conformar Comisiones de la Verdad para enjuiciar a los expresidentes. Ibarra, un exitoso productor de televisión, fue quien recibió un nada despreciable crédito de Banco Mexicano de Comercio Exterior por 150 millones de pesos, en esta administración federal de la 4T, gobierno que le hace el fuchi a casi todos los medios de comunicación, pero menos a “su amigo” Epigmenio.
Entonces, ¿sirvió o no sirvió la Consulta Ciudadana? Pues le diré. Es la primera que se lleva a cabo en México un ejercicio de este tipo, aunque en la organización, las preguntas y los motivos, creo que hay que trabajar mucho más, para que sean ejercicios sociales que realmente le sirvan a los mexicanos. Lo otro, ya sabuste, es politiquería.
Por cierto, durante la tarde y noche de este domingo, circularon por redes sociales videos en donde se observaba a los funcionarios de casilla, cortar y firmar boletas con el fin, me imagino yo, de embarazar las urnas, al más puro estilo electoral de los 70’s y a falta de asistentes a la consulta. ¿Le parece pues un acto serio?
PD. 1. Todavía, cuando todavía persiste la costosa campaña que promueve, vía telefónica, la imagen de Alejandro Rojas Díaz Durán, el “Perrito Pantorrillero”, quien no ceja en el empeño de ser candidato de MORENA a la gubernatura de Tamaulipas, el compañero periodista Gildo Garza le publicó en el portal Cambio, http://www.cambio.press/?p=8722, su acta de nacimiento la cual ubica su origen en la Ciudad de México, y su residencia en la alcaldía Coyoacán, también en la Ciudad de México, lo que lo inhabilita constitucionalmente para ser candidato a Gobernador, aunque, nunca está de más pensar mal, y acertarás, diría la nana Goya, y entonces sale a flote que este tipo, Rojas Díaz Durán, le quiera vender caro su amor a quien designe el partido como candidato y que pudiera ofrecerse para en caso que se le requiera como Secretario General de Gobierno. No es una opción, pero “quien no habla bien de camello no vende camello”, dirían en el argot del comercio.
Asimismo, en el contenido de la colaboración, Gildo Garza presentó los recibos de pago que Rojas Díaz Durán cobra en el Senado de la República, recursos que desde marzo de 2019 sobrepasan los cuatro millones de pesos, cobros que a todas luces son ilegales y que, lamentablemente, deberá generar una investigación de quien autorizó el pago al “Pantorrillín”, y entonces debiera haber castigo a los responsables de esta triquiñuela: a quien autorizó pagar, a quien pagó los dineros y a quien los cobró y se los gastó.
Sin más, no quiere uno ser malpensado, pero podría ser que quien autorizó el pago pudo haber sido el mismísimo coordinador de MORENA en el Senado, Ricardo Monreal, alter ego, por cierto, del “Perrito Pantorrillín” y quien estaría cometiendo un delito.
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