EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Nuevo Laredo, Tam.- En la historia de Tamaulipas, se han tenido gobernantes que estaban tan arraigados en el estado que no pudieron gobernar sin esas raíces que los llevaron al poder, sus prácticas resultaron dañinas y a causa de ello muchos se encuentran en la cárcel o bajo procesos judiciales dijo Rodolfo González Valderrama al enfatizar que “los políticos muy arraigados luego terminan judicialmente arraigados”.
Terminan así porque generan una serie de compromisos y complicidades con los poderes de facto locales, que no los necesita el Estado y no los quiere la ciudadanía, “hay que encontrar el punto medio, entre tener un arraigo y el tener el conocimiento, la experiencia y llegar limpios, con el único compromiso de servir a la ciudadanía.
Al director general de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación, en su visita por Nuevo Laredo le preguntamos acerca de sus fortalezas y debilidades para ser el próximo gobernador de Tamaulipas por Morena, “soy fundador del Movimiento en Tamaulipas, he estado desde el 2014 haciendo trabajo de base, te puedo decir también que tengo muy claro el proyecto de lo que quiere el presidente, la cuarta transformación para Tamaulipas.
Y resume: lo primero que hay que hacer, es combatir la corrupción, separar al poder político del poder económico, renunciar a la intención de querer utilizar el presupuesto para fines personales, para un grupo político, o un grupo económico y beneficiarse de ello.
El oriundo de Tampico refiere que conoce y tiene propuestas concretas en los temas de la seguridad, educación, la promoción económica, de la generación de empleo, “mi fortaleza es que estoy preparado, para gobernar Tamaulipas: he tenido una carrera en el servicio público y he pasado todas las pruebas de transparencia y rendición de cuentas”.
Respecto a las debilidades subraya: “Eso que se ve como una debilidad de Tamaulipas, desde otro punto de vista, desde otra latitud se vería como una virtud” y alude a Jesús Reyes Heroles, del arraigo “no es nada más el traer la tierra en la suela de los zapatos; el arraigo es un asunto más efectivo, más de corazón y de capacidad y de afectos”.