Numancia
Numancia: Antigua población celta que se localizaba en la provincia de Soria, en España.
La resistencia de sus habitantes al asedio de las tropas romanas en el año 133 antes de Cristo los hizo famosos, ya que prefirieron suicidarse antes de rendirse a sus atacantes.
Por eso ha pasado a la historia como un sinónimo de resistencia cuando hablamos de Numancia.
Dice la historia que después de más de veinte años de asedio y de derrotas al orgulloso ejército romano, se envió al mejor general que tenía: Publio Cornelio Escipión Emiliano.
Este inició un asedio a la ciudad, logrando aislarla del resto de los pueblos, más o menos como hace Estados Unidos con la isla de Cuba desde hace 60 años con el embargo comercial.
Por eso el Pejidente, en su discurso de hoy, pidió -qué digo pidió-, exigió al Presidente Biden que deje de hacerle bullying a los cubanos y les permita vivir la vida loca.
Antes de la Revolución Cubana, Cuba era una especie de Las Vegas, con grandes casinos, una esplendorosa vida cultural, comercial y turística que era la envidia del resto de las repúblicas bananeras, incluyendo México.
Vinieron el Ché Guevara y Fidel Castro y todo ese glamour salió corriendo de la isla. Y así se escribió el destino de los jacarandosos y sandungueros habitantes de ese bonito país caribeño.
A la fecha, aunque tienen buenos servicios médicos y universidades, nadie en su sano juicio quisiera vivir en Cuba.
Como invitado especial a la ceremonia del “Grito” de Independencia, ALMO tuvo ni más ni menos que al Presidente cubano, Miguel Díaz Canel, quien agradeció, por supuesto, la defensa que hizo de ellos nuestro muy querido y respetado tlatoani.
Decir que Cuba es la nueva Numancia y que debe ser considerada Patrimonio de la Humanidad, son ocurrencias que solo al Pejidente se le pueden venir a la sesera.
En momentos en que los gringos están más sensibles por la pérdida de su poderío económico frente a China, cuando tienen la piel más delgadita, ¡se le ocurre exigirle que deje de meterse con nuestros cuatachos cubanos!
Pero además, los llama aprovechados, perversos, viles y canallescos.
Al mostrar su admiración a Cuba, lo que quiere decir el Peje del Ejecutivo es: “Bueno, si los cubanos pudieron, también los mexicanos podemos aguantar un bloqueo comercial prolongado”.
Porque ponerle el cascabel al gato siempre ha sido peligroso para los ratones, México no tiene por qué andar de nalgasprontas, queriendo arreglar los conflictos entre otras naciones.
El Gobierno de la 4T corre el riesgo de ser candil de la calle y oscuridad de su casa, cuando en México hay tantos y tantos problemas irresueltos que dañan y vulneran a los mexicanos.
Uno de ellos: La inseguridad.
Es un hecho que el Gobierno Federal pactó con el narco y es un hecho que prefiere darles abrazos que balazos.
Otro: El claro divisionismo que desde Palacio Nacional se cohija todos los días, clasificando a los mexicanos en fifíes y chairos.
Uno más: El abandono de la niñez. No hay medicamentos contra el cáncer y cada vez se restringe más la atención médica del Estado hacia ese sector vulnerable. Y está muy lejos de que haya para ellos vacuna anti COVID.
Por todo ello, me atrevo a preguntar a tirios y troyanos, perdón, a fifíes y chairos: ¿Qué tan dispuestos están de resistir un bloqueo comercial como el de cuba?
Si tan solo con año y medio de no pasar a McAllen la raza ya anda que se pela por irse de shopping, ¿se imaginan si los gringos suspenden todo trato comercial con México, donde el 60% de la gasolina se importa, donde el frijol, el maíz y el sorgo tenemos que comprarlo en Estados Unidos?
No. A mí no me gustaría que nuestro país se convierta en la segunda nueva Numancia.
Mejor los dejo con el refrán estilo Pegaso: “¿Qué individuo te introduce, Juan Topete?” (¿Quién te mete, Juan Topete?)