Por Oscar Díaz Salazar
La pieza oratoria que improvisó Rodolfo Gonzalez Valderrama, en su visita dominical al municipio de Gustavo Diaz Ordaz, tuvo como argumento central la expresión – fuerza que ha popularizado el presidente López Obrador y que prescribe «No robar, no mentir y no traicionar».
El discurso de González Valderrama, pronunciado al mediodía del domingo, bien pudo sustituir al sermón del párroco del pueblo, (de la misa que ya no escucharon las asistentes) pues con las proporciones guardadas, tuvo abundantes referencias a cuestiones éticas, aunque sin el sesgo religioso.
En algún momento de su participación, Valderrama hizo mención de la iniciativa de la presidenta municipal electa, Nataly García, de cambiarle el nombre al municipio. El silencio de la concurrencia me hizo pensar que no se conoce bien la historia del ex presidente Díaz Ordaz y que a las nuevas generaciones poco importa el nombre de su pueblo, precisamente por ignorancia de lo que fue e hizo Díaz Ordaz. Me quede con la impresión de que no es una propuesta que tenga el consenso mayoritario de los diazordacenses y por eso la maestra Nataly tuvo que explicar el tema y anunciar que pretende someter a consulta pública la propuesta de cambiar el nombre al municipio de mas reciente creación en el Estado.
Valderrama comentó que fue en el año 2015 cuando conoció a la hoy presidenta municipal electa, en una visita de tres días que hizo el hoy presidente López Obrador por la zona norte de Tamaulipas. Recordó también que el abuelo de Nataly García fue simpatizante y colaborador del movimiento que llevó a AMLO a la presidencia y que incluso fue candidato del PRD a presidente municipal de Gustavo Diaz Ordaz, siendo su nieta, varios años después, quien sí logró el triunfo para el «movimiento» en el municipio.
González Valderrama habla bien, utiliza palabras sencillas, de uso ordinario. Construye bien sus argumentos. Habla de los programas, las iniciativas, las propuestas, los temas y las ideas del movimiento que encabeza el presidente López Obrador y de la necesidad de «alinear» los objetivos entre los tres niveles de gobierno.
Interesante la dinámica que llevó a cabo el tampiqueño Valderrama de pedir a la audiencia que levantaran la mano si recibían becas «Benito Juárez», becas escolares, apoyo a los adultos mayores y otros tantos programas del gobierno federal que mencionó por su nombre. Si bien en casi todos los casos se alzaron algunas manos, creo que el ejercicio exhibió al Delegado del gobierno federal, pues en una valoración subjetiva (de mi parte) me pareció que había pocos beneficiarios y en algunos casos ninguno.
En una extraña, y fuera de protocolo, segunda intervención de la joven alcaldesa Nataly García, además de agradecer la visita de Rodolfo González Valderrama, aprovechó para justificarse y defenderse de quienes la critican por «viajar mucho», y también para informar al público que estaban saqueando la presidencia municipal y robando el patrimonio de los diazordacenses, agregando de inmediato que no lo iba a permitir y concluyendo su mensaje con la expresión contundente: «Nos los vamos a chingar»