Maki
Dicen que los altos mandos de MORENA ya decidieron que será varón la persona que postularán como candidato a gobernador de Tamaulipas. Pero si de algo hay que estar seguros es que son volubles y veleidosos, como lo han demostrado en muchas ocasiones a todo lo ancho y largo del País, así que yo diría que aún no hay nada para nadie.
Hay una corriente importante que comulga con la idea de que la abanderada de ese partido sea la Alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, por tres razones principales.
La primera, que cuenta con un amplio raigambre en el norte de Tamaulipas, que representa más del 40% de los votos.
La segunda, su amplio currículum, que incluye una regiduría, una diputación federal, una senaduría, una Subsecretaría de Salud federal y la Presidencia Municipal de Reynosa en dos ocasiones.
La tercera, que es enemiga natural del rijoso, fullero y gandalla gobernador que actualmente padecemos en Tamaulipas.
Prácticamente le ha ganado de todas todas al ex vendedor de chamoyadas y ha agarrado el toro, perdón, a la vaca por los cuernos para hacer una faena completa.
Apenas llegó Maki a la Presidencia Municipal, en el 2016, cuando el gobernador inició un sistemático bullying en su contra.
En aquella ocasión la Alcaldesa denunció el acoso, la violencia política y de género de que fue blanco por parte de su propio partido, el PAN y sus dirigentes.
Fue así como el 28 de noviembre de ese año, los medios de comunicación publicaron a ocho columnas el inicio de una campaña de desprestigio que hasta el momento prevalece, tanto por parte del Partido Acción Nacional como del Gobierno del Estado.
Por uno y otro lado intentó el gobernador vulnerar la infranqueable fortaleza de Maki, y en todas las ocasiones falló. Por el contrario, la hizo más fuerte.
Antenoche, dirigentes nacionales y locales de CANACINTRA le dieron un fuerte respaldo político en sus aspiraciones de ser la candidata a gobernadora; si es por MORENA, mejor.
Argumentos como que ya le dieron la Presidencia Municipal para su hijo, se empequeñecen cuando se toma en cuenta la resiliencia que ha mostrado la Alcaldesa durante los cinco años de acoso permanente.
¿Quién, aparte de Maki, puede presumir de ello? ¿No es cierto que para que la cuña apriete debe ser del mismo palo?
Maki Ortiz conoce todas las marrullerías políticas de su rival, así que si MORENA y los altos dirigentes realmente quieren desterrar el cabecismo de Tamaulipas, ahí tienen el expertís de la Alcaldesa en lidiar con vacas, toros, becerros y hasta bueyes.
No sé si Mario Delgado, Rucardo Montreal o el propio Pejidente lleguen a leer esta humilde columna para que puedan fundamentar su decisión a la hora de nombrar al candidato o candidata a la gubernatura.
No tengo nada contra los otros aspirantes de MORENA que se andan placeando por todo el Estado, como el doctor Américo Villarreal, Rodolfo González Valderrama, El Guasón, El JR y el cascajo, porque son cuatachos del Peje del Ejecutivo y eso les puede valer más que todas las encuestas del mundo.
Solo que, como ocurrió en Reynosa en el ya lejano año 2015, yo, como autor de esta morrocotuda columna, me atreví a anticipar que en el 2016 habría una alcaldesa en Reynosa, después de más de 275 años de misoginia.
Ahora, considero que ya es tiempo de una mujer en el Gobierno de Tamaulipas.
Pero esa es mi muy personal opinión.
Los dejo con el refrán estilo Pegaso que dice: “Posee mayor tracción una fibra capilar de fémina que una dupla de cuadrúpedos añosos bovinos”. (Jala más el cabello de una mujer que una yunta de bueyes).Por Pegaso