- El campo mexicano se debate entre la vida y la muerte
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El campo mexicano agoniza y la escasez de liderazgos cada día se extingue, así que la mayoría de los agricultores están indefensos, empezando por el nulo trabajo que realizan los legisladores para asegurarles beneficios.
En la actualidad el campo mexicano se debate entre la vida y la muerte, por falta de productividad, por migración de los campesinos a otros países, principalmente a Estados Unidos y Canadá.
Lo que ha marcado con mayor énfasis la falta de productividad en el campo mexicano es la falta de apoyos económicos y que los subsidios de los gobiernos, federales y estatales, estaban otorgados, en muchas ocasiones, al amparo de la corrupción.
Aunado a todo esto, los productos transgénicos están eliminando a los cultivos locales, entre ellos, al maíz, lo que aprovechan empresas transnacionales para acaparar las cosechas o monopolizar los cultivos.
El futuro del campo es muy negro, estamos observando desde hace tiempo que las necesidades de los mexicanos los cubren los productos importados, por ello al gobierno federal le vale invertir en este rubro.
En Tamaulipas desde hace mucho que no hay liderazgos que defiendan lo que produce la tierra, como cuando lucharon por defenderla.
Los pocos liderazgos se metieron a la política y algunos sin ser productores optaron por sacar la papa de esta actividad dejando indefensos a los productores y ejidatarios que fueron quienes les dieron una curul u otro cargo.
En Matamoros el Comité Regional Campesino como así se le conoció durante muchos años se ha convertido en nido pero de maleantes, ningún agricultor aparece por este espacio ya que no hay liderazgo genuino y mucho menos apoyos.
A pronto esta de caerse el edificio que tampoco ha sido remodelado para albergar las oficinas, no así el salón de eventos que es el único que se ha mantenido vigente.
En la oficina, no hay empatía con la gente que antaño acudía desde temprana hora para tomarse el café con compañeros y comentar las cosechas y demás actividades que tenian en su día día.
Ese espacio es tan acido como su actual líder, ya no se junta nadie, no hay agenda, no hay actividades, no hay gremio; se extingue este grupo de ejidatarios que dieron a Matamoros, a Tamaulipas y a México mucha semilla para llevarla a los hogares procesada en diferentes alimentos.
Antes si había liderazgos, antes si había gente comprometida con el campo y el gremio, hoy solamente existe un grupo de personas que han secuestrado los liderazgos naturales, y lo único que han fomentado es el final de un legado que les costó a sus padres y abuelos, sangre, sudor y muchas lágrimas.
Donde quedo el legado de Don PEPE RUIZ, JUAN JOSE CAMORLINGA, todavía hasta JULIAN ALVAREZ, había una gran actividad, los hombres nobles, buenos, comentaban sus hazañas de siembra y con gusto agradecían a Dios lo que les daba a través de la tierra, pero esos tiempos son letra muerta.
Rescatar el sector agropecuario implica un doble reto, pues el abandono del Estado ha provocado descomposición social y vacía que ahora ocupa la delincuencia organizada. Vastos territorios del campo mexicano estén bajo control de los grupos delictivos. El problema es mucho más profundo. No basta la reactivación económica del campo, sino que la reconstrucción de la sociedad rural pasa por restablecer los órganos institucionales y legales.
México es uno de los centros mundiales de origen de la agricultura. Aquí se creó el maíz, base de la civilización mesoamericana. La agricultura nos alimentó durante milenios, pero hoy, en tiempos de neoliberalismo y globalización, estamos viviendo el colapso del campo mexicano.
Migración, narcotráfico y guerra de exterminio. Adiós a los subsidios, la asistencia técnica y los precios de garantía. Los campesinos luchan y se rebelan, se esfuerzan por sobrevivir con su cultura propia más cercana a la tierra y a la vida.
No hay agua no hay apoyos, no hay precios de comercialización y los liderazgos, son de pape, es decir no existen porque están vendidos a sus propios intereses.
Urge que alguien levante la voz y exija a quienes toman la bandera del campo y sacan jugo por otros lados que hagan algo, que la gente pronto puede cansarse y comenzar una lucha que ningún gobierno pueda parar.
Si hasta 2018 el pueblo estaba cansado, pudiera ser que en estos tiempos el hartazgo los haga tomar decisiones fuertes para hacerse escuchar.
A pocos días de que MAKI ORTIZ entregara la estafeta de la alcaldía a su hijo en Reynosa, ya empezó su recorrido por todo el estado ofreciendo diálogos con la ciudadanía, dando testimonio de su paso como alcaldesa por la ciudad vecina.
Este jueves estará en un salón de un hotel por la avenida Pedro Cárdenas a las 3.30 pm en donde podrá tener un acercamiento con los ciudadanos presentes.
Sugerencias y comentarios arabelagarcia01@hotmail.com