Ciudad de México.– Frente a la caravana migrante que salió hace unos días de Tapachula, Chiapas, el gobierno de México actuará “con prudencia”.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón –quien por decreto presidencial de septiembre de 2019 encabeza la Comisión Intersecretarial de Atención Integral en Materia Migratoria– aseveró que hay intentos de ciertos actores por que se den fricciones entre los migrantes y las fuerzas de seguridad.
“Lo que nos ha informado la Secretaría de Gobernación hoy (ayer), en (la reunión del) gabinete de seguridad, es que se va a actuar con prudencia. Evidentemente lo que se busca es ver si hay una fricción, entonces se va a actuar con prudencia, respetando los derechos de las personas”, señaló tras ser interrogado al respecto dentro de la conferencia en la que se anunciaron mejoras a la red consular de América del Norte.
El sábado pasado salió una nueva caravana migrante con rumbo al norte, en la que hay muchos niños y mujeres. Corporaciones de seguridad mexicanas les pusieron un alto a 14 kilómetros de Tapachula y se han dado denuncias de presuntos abusos y hasta “cacería” de quienes se quedan rezagados.
El canciller Ebrard insistió una vez más en que los migrantes son víctimas de engaños con la promesa de que al llegar a la frontera con Estados Unidos se les permitirá el paso.
“No es cierto, ya vimos lo que pasó recientemente con los de Haití (…) Sí queremos decir que están engañando a las personas, porque no es verdad que los dejen pasar”, enfatizó.
Sobre la reactivación de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) que tiene que cumplir el gobierno deJoe Biden luego de una ordende una corte de Texas, el encargado de la política exterior mexicana señaló que hasta ahora la Casa Blanca no ha informado a México la fecha en la que volverá a aplicar el plan también conocido como Quédate en México.
Este programa, que entró en operación en 2019, fue una de las banderas antimigratorias del ex presidente Donald Trump. Su objetivo es que las personas que soliciten asilo en Estados Unidos se vean obligados a esperar en territorio mexicano la respuesta a sus trámites y procesos correspondientes. Al inicio de su administración, Biden canceló los MPP; sin embargo, en agosto pasado un juez con sede en Texas dictó volver a ponerlos en operación.