AL VUELO/ Por Pegaso

Opinión

Caradura

Quienes dábamos por hecho que “El Truco” César Verástegui sería el candidato de unidad del Gobernador, nos quedamos patidifusos, anonadados y meditabundos, porque desde lo oscuro y anodino de su labor como Senador de la República saltó a la palestra el hermano menor de Cabeza de Vaca, Ismael, diciéndoles: “¡Quítense, que ahí les voy!” a los otros tres aspirantes que ya tenían un largo trecho caminado, es decir, al “Truco”, a Gerardo Peña y a Chucho Nader. 

Ismael, tuvo su bautizo al llegar a la Cámara Alta fue un escándalo nacional que rápidamente se volvió viral, cuando fue sorprendido al intentar contratar los servicios de una curvilínea escort. 

Después de eso, se volvió invisible. No hay registros, al menos periodísticos, de que haya hecho algo bueno en el Senado para beneficio de los tamaulipecos, ni mucho menos ha regresado a territorio para ver qué se le ofrece al populacho de por acá. 

Hay una película gringa llamada “Los Hermanos Caradura” (The Blues Brothers, por su título en inglés; estrenada en 1980. Director: John Landis. Protagonistas: John Belushi, Dan Aykroyd, Cab Calloway, Carrie Fisher, John Candy y Henry Gibson), que narra la historia de dos hermanos amantes del blues.  

Sucede que después de salir de prisión, uno de ellos se entera que el hospicio donde crecieron será clausurado, a menos que sea pagado un adeudo de 5 mil dólares al fisco. 

Para ganar el dinero necesario, vuelven a juntar a su banda musical, pero tienen que pasar una serie de peripecias y peligros, perseguidos por policías, nazis y gángsters para lograr su “misión divina” de salvar el hospicio. 

En el 2020, El Vaticano la calificó sorprendentemente como “película digna” de verse y un clásico católico. 

El título de esa película, que no su contenido, me recuerda a los hermanos Cabeza de Vaca, que no son amantes del blues, pero sí del dinero fácil. 

Y no es porque El Vaticano los reconozca por alguna misión divina o por haber salvado a Tamaulipas, sino por la otra definición que comúnmente se le da a la palabra caradura. 

Caradura se les dice también a los tipos que actúan con descaro, desvergüenza y falta de respeto hacia los demás. 

Porque estos hermanitos sí que salieron buenos para la lana. De simples chamoyeros, pasaron a ser propietarios de una ginmensa fortuna. 

Comparados con ellos, los “muñecos” Carmona son niños de pecho.  

Durante su paso por la Presidencia Municipal y el Gobierno del Estado, han comprado ranchos, residencias y empresas, tal como lo tiene documentado la Unidad de Inteligencia Financiera. 

¡Y ahora quieren tener otros seis años para seguir saqueando al erario público! 

¡No tienen llenadera! 

Ismael García Cabeza de Vaca se anduvo placeando ayer por Reynosa, visitando a grupos de panistas que aún creen en ellos, a quienes dijo que él será el próximo candidato de Acción Nacional al Gobierno del Estado. 

Esto ha causado beneplácito entre los aspirantes de MORENA, ya que se trata de un candidato débil, apocado y pusilánime que sería fácil de vencer en las urnas, porque además, trae el pesado lastre de su hermano. 

Por el contrario, la postulación de César Verástegui, El Truco, quizás el hombre mejor informado de Tamaulipas por su función de Secretario General de Gobierno sí que sería un reto para los envalentonados morenistas. 

Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “La codicia razga el talego”. (La ambición rompe el saco). 

Please follow and like us: