Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Fue una estrella fugaz en el deporte de los puños.
Tal vez sus 12 apariciones sobre el ring para protagonizar violentas peleas en el amateurismo de las que salió triunfante en todas, no digan mucho de lo grande que en realidad fue Benito “Benny Boy” Lara González, pues en los anales boxísticos lo recuerdan más como sparring partner de lujo del que fuera campeón nacional welter del boxeo profesional, Raymundo “Battling” Torres (QEPD).
El recio peleador amateur de los años 60´s, originario de Los Ramones, Nuevo León, no pudo ir al profesionalismo porque su familia siempre se opuso para que fuera boxeador, por ello cuando Benny, fuerte peso ligero, todo el musculo y fibra, tomó la decisión de debutar profesionalmente, uno de sus tíos fue por él a la vetusta Arena Coliseo, a la que nunca regresó, excepto cuando a hurtadillas seguía acudiendo al gimnasio “sparriar” con “El Battling”, quien era el ídolo del momento, con proyección mundial y el que por su fuerza y poder de puños no encontraba fácilmente quien quisiera guantear con él, solo aquel noble campeón sin corona.
CONNOTADO DEPORTISTA
“Benny Boy”, se enlistó después en Petróleos Mexicanos, donde sus habilidades para diversas especialidades del atletismo, entre ellas las carreras de fondo, le hicieron formar parte de la selección que, por varios años, en diversas competencias estatales, regionales, nacionales y hasta internacionales, representó los colores de la Sección 36 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
AZOTE DE PREPOTENTES
Nuestro personaje, se casó muy joven con la hermosa señorita María Guadalupe Bazaldúa Sánchez, con quien procreó de 7 hijos, todos ellos varones, afinando una ideología que aborrecía al prepotente, contra quienes varias veces se inmiscuyó en peleas callejeras, sobre todo, contra aquellos gringos balandrones o fantoches que llegaban a la ciudad a ofender al mexicano y comprar caricias con sus dólares, atentando contra jovencitas víctimas de la trata de aquellos tiempos, encontrándose siempre los certeros puños de Benny, convertido para entonces en un ejemplar ciudadano residente de la colonia Las Cumbres.
En la plenitud de su existencia y con el compromiso de su gran familia encima, Benito Lara, se encontró con su verdadero oficio como sastre de cortes finos, siendo el mejor de la actividad en un céntrico negocio; muriendo a la temprana edad de 49 años, un funesto día 6 de febrero de 1983, dejando atrás una y mil anécdotas de esas que enaltecen al ser humano.
“MAXIBOY” LARA EL HEREDERO
Muchos años han pasado hasta la tercera generación de Los Lara.
Hoy en día, el adolescente de nombre Max Lara, pretende seguir los pasos de su abuelo y es precisamente el protagonista estelar de un homenaje en su memoria, mismo que se celebrará en el ring de la Arena Coliseo el próximo sábado 18 de diciembre a partir de las 6 de la tarde.
“Maxiboy”, va por su séptima pelea amateur y en esta oportunidad enfrentará a un adversario de Monterrey, para cerrar un año de intensa actividad, luego de soberbias actuaciones consecutivas frente Axel “El Azteca” López contra quien tuvo dos tórridas peleas de las que salió airoso.
UN SOL QUE NO HA DEJADO DE BRILLAR
La función de homenaje a don “Benny Boy” Lara, contiene un total de 7 combates de corte amateur; será una función gratuita y el platillo fuerte será el homenaje que el patriarca de la dinastía de los Lara, recibirá sobre el mítico encordado coliseino, escenario de la mayor parte de sus peleas amateurs en aquella lejana era de los años 60´s, donde brilló con la intensidad de un sol que aún no se apaga, por su poderosa pegada.
Ahí, es un hecho, estarán el sábado, para recordar las grandes glorias de don Benito “Benny Boy” Lara; su estimada esposa doña Lupita Bazaldúa Sánchez Viuda de Lara González, y sus hijos Reymundo, Pablo, Ricardo, Alberto, Benito, Horacio y Guadalupe, por cierto, padre del gran prospecto Max Lara.
LA SANGRE NUEVA DEL BOX
Por esta poderosa razón la empresa de Joel Soto Promotions, ha tenido a bien, “vestir” elegante al embudo de la Arena Coliseo, para que sea el digno escenario de peleas en las que interviene la nueva sangre del boxeo reynosense, entre quienes vera acción también, el prometedor púgil Noel “Dinamita” Rosales y otra docena de chamacos amantes del deporte de los puñetazos.
