Por Oscar Díaz Salazar
La coincidencia en el tiempo de las declaraciones de los ex presidentes municipales de Reynosa Oscar Luebbert y Humberto Valdez, en el sentido de no apoyar al candidato de la coalición en la que participa su partido, el PRI, provocó que pasara un tanto desapercibida la renuncia al PRI de Daniel Santos Flores.
Que el ex dirigente estatal del PRI, Luebbert Gutiérrez y el ex titular del Movimiento Territorial, -organización política priista-, Valdéz Richaud, afirmen que no apoyarán al candidato del PAN, que por tratarse de una coalición, también lo será de su partido, nos hace pensar que será muy difícil que los priistas de Reynosa decidan apoyar a los panistas, y que siguen muy frescos los recuerdos de agravios mutuos, luchas encarnizadas, malas vibras y viejos rencores.
En ese contexto de rechazo al ayuntamiento entre panistas y priistas, de animadversión entre azules y colorados (tricolores) se da la renuncia al PRI de Daniel Santos Flores.
El reynosense Daniel Santos, en un pasado tan reciente como 2019, quiso ser Secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Integró una de las tres formulas que buscaron dirigir al partido a nivel nacional, en una contienda interna en la que finalmente resultó triunfador el actual presidente Alejandro «Alito» Moreno Cárdenas.
Daniel Santos fue secretario particular del Secretario de Desarrollo Rural del gobierno federal, Baltazar Hinojosa; secretario particular del presidente de Rio Bravo, Juan Diego Guajardo; Director del Instituto de la Juventud de Tamaulipas y Regidor del Ayuntamiento de Reynosa.
Con su carta de renuncia, Daniel Santos puso fin a una etapa que se prolongó por veinte años, una etapa provechosa para ambos, para Daniel y para la institución, a la que sirvió con convicción, con compromiso y con lealtad.
Me parece muy correcto el deslinde que hace Daniel Santos al renunciar al PRI. Entiendo que ya no se sienta representado por un partido que, en este oportunidad, y desde hace varios años, ha privilegiado los acuerdos nacionales, sobre las necesidades e intereses regionales. En la Ciudad de México no saben, y si saben no les importa, que en las últimas dos décadas las elecciones se han disputado aquí a golpes, intimidaciones, persecuciones, represión etc., etc. Y que el papel de verdugo y víctima se ha intercalado entre priistas y panistas, precisamente entre esos que hoy quieren que vayan juntos.
A Daniel Santos se le ubica cercano a varios personajes de morena, por lo que no me sorprendería verlo haciendo campaña a favor de Américo Villarreal Anaya, que por cierto, eso de hacer campañas es el oficio al que se ha dedicado en los últimos años y de manera profesional. Para ese propósito se ha capacitado y ha creado un Despacho de asesoría que ha tenido mucho éxito.
Daniel Santos es muy cercano, en lo afectivo, y también en lo político, al dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Juan Carlos Zertuche, por lo que también existe la posibilidad de ver a Santos Flores enfundando la camiseta naranja, naranja, en tonalidad fósfo, fosfo.