Nueva York.– El senador Bernie Sanders declaró ayer que, aunque esta campaña ha llegado a su fin, nuestro movimiento no, al suspender una campaña presidencial progresista sin precedente sostenida por una coalición de bases trabajadoras y encabezada sobre todo por los jóvenes, y que, sorprendiendo y preocupando a las cúpulas, logró resucitar la palabra socialista en el lexicón político estadunidense.
Con su decisión, la cual tomó al concluir que no había una ruta viable para obtener la mayoría de los delegados necesarios para la nominación, el ex vicepresidente Joe Biden es ahora el presunto ganador de la contienda interna y próximo candidato presidencial del Partido Demócrata que retará a Donald Trump en los comicios del 3 de noviembre.
Sanders dijo que tomó la decisión ahora por la necesidad de enfocarse plenamente en la gran crisis de salud y económica sin precedente que enfrenta el país, y aseguró que trabajará con Biden, un hombre muy decente, para “derrotar al presidente más peligroso en la historia moderna de Estados Unidos.
Juntos hemos transformado la conciencia estadunidense sobre qué tipo de nación podemos ser y hemos llevado a este país a dar un paso mayor hacia esa lucha sin fin por la justicia económica, la justicia social, la justicia racial y la justicia ambiental, afirmó en un mensaje a sus seguidores transmitido en vivo desde su hogar en Vermont.
Sanders, con su insistencia en una revolución política para rescatar a la democracia del control de los intereses más ricos, usando el vocabulario de Ocupa Wall Street, el uno por ciento, transformó el debate político del país y por un tiempo, en la primera etapa del ciclo de elecciones primarias, Sanders estaba al frente del elenco de precandidatos en las preferencias y con encuestas demostrando que derrotaría a Trump.
Sin embargo, después de triunfos en varias contiendas, la cúpula del partido, alarmada por su ascendencia, cerró filas alrededor de Biden, logrando frenar a Sanders en contiendas estatales más recientes y poniendo en duda la posibilidad de conquistar la nominación.
Mientras ponderaba el futuro de su candidatura y al estallar la crisis del coronavirus en las últimas semanas, Sanders giró el enfoque de su campaña realizando foros públicos por Internet sobre el tema, invitando a expertos, y como senador logrando incluir apoyos claves para los más vulnerables en el paquete de rescate económico aprobado por el Congreso la semana pasada, y hasta usó su extraordinaria capacidad de recaudar fondos de las bases –algo jamás visto, con más de 2 millones de donadores, 10 millones de contribuciones de 18 dólares, en promedio, y así obtener más fondos que todos sus contrincantes sin depender de millonarios–, para generar más de 2 millones de dólares con el fin de enviar a una decena de organizaciones en las trincheras de la lucha contra el virus.Aunque no triunfó, obligó a todos los precandidatos a definirse en torno a su agenda progresista, incluyendo la desigualdad económica, el acceso a la salud como derecho humano, la deuda estudiantil y el cambio climaáico, entre otros temas.
Noam Chomsky comentó, en Democracy Now, que es común decir ahora que la campaña de Sanders fracasó; pienso que eso es un error. Creo que fue un éxito extraordinario, cambió completamente la arena del debate y la discusión en este país.
Su hasta ahora contrincante Biden reconoció esto al tratar de invitar a los seguidores de Sanders a que lo apoyen: Los veo, los escucho y entiendo la urgencia de lo que tenemos que hacer en este país. Espero que nos apoyen, son más que bienvenidos. Son necesarios. En palabras dirigidas a Sanders, Biden reconoció que el senador ha creado un movimiento y que con su decisión “has puesto el interés de la nación –y la necesidad de derrotar a Trump– sobre todo lo demás…. Te estaré buscando. Serás escuchado por mí. Como dices: ‘no yo, nosotros’”, usando el lema de la campaña de Sanders.
Trump reaccionó con tres tuits buscando propagar la división entre los demócratas, argumentando que éstos jugaron chueco con Sanders, e invitó a los seguidores del senador al Partido Republicano.
Ahora las bases de apoyo a Sanders tendrán que evaluar lo que sigue. Un portavoz/representante nacional de Sanders, José La Luz, veterano de casi 50 años de lucha social, comentó a La Jornada que lo que vivió durante los últimos cinco años con Sanders no tiene precedente en este país, un movimiento transformador que incorpora un amplio abanico de las demandas de nuestros movimientos de gente trabajadora junto con los de los ambientalistas, latinos e inmigrantes y de solidaridad internacional.
Aunque el objetivo inmediato es la derrota de Trump, La Luz señala que se evalúa el futuro de este movimiento entre veteranos de luchas sociales y los de las nuevas generaciones que fueron juntos la columna vertebral de esta campaña.
Como todos saben, nunca hemos sido sólo una campaña. Somos un movimiento de base multirracial, multigeneracional, que siempre ha creído que el cambio nunca llega desde arriba, sino siempre desde abajo hacia arriba. Hemos enfrentado a Wall Street, las aseguradoras, las empresas farmacéuticas, la industria de combustibles fósiles, el complejo militar industrial, el complejo prisión industrial y la avaricia de toda la clase empresarial de élite. Esa lucha continúa, afirmó en su mensaje ayer.