Enclave
- m. Territorio incluido en otro con diferentes características políticas, administrativas, geográficas, etc.
- m. Grupo étnico, político o ideológico inserto en otro y de características diferentes.
La lectura de un par de libros de Gastón García Cantú, que contienen una recopilación de textos publicados en diversos periódicos o diarios impresos, aclaró mis pensamientos sobre un tema que el presidente López Obrador ha puesto en la agenda de los medios, -y de ahí a la de las conversaciones cotidianas -, y que es el de la definición de la «derecha» y de la pugna entre los representantes de este segmento del espectro político en nuestro país y los nacionalistas, liberales, federalistas, revolucionarios, etc.
Descubrí la palabra «enclave» o mejor dicho: la encontré, luego de una prolongada búsqueda del concepto o palabra que definiera lo que percibo de mi pueblo, de Reynosa, pues si bien el término es aplicable para todo el país, en Reynosa se observa con más claridad el fenómeno o circunstancia que se define precisamente con esa palabra.
En alguna ocasión, platicando con el periodista Seth Rojas, recuerdo que utilizó la palabra «colonia» para describir a Reynosa, a un pueblo del que extraían su riqueza los habitantes de otro país, refiriéndose a que los dueños del pueblo, los acaudalados e incluso los gobernantes, residían en Estados Unidos.
Pero creo que la palabra «enclave» es más apropiada para describir a un territorio, municipio de Reynosa, que se dedica a fabricar productos, terminados o intermedios, para empresarios o corporaciones de otros países, para lo cual requieren mano de obra, de otras regiones, resolviendo con esto un problema de desempleo, que también es ajeno a quienes habitamos en este territorio.
Reynosa es un enclave de Veracruz (mayormente), un territorio que es extensión de un Estado, inserto en otro. Esto desde el punto de vista de los trabajadores o población de otras entidades, que resuelven su problema de empleo en otra tierra.
Pero Reynosa es también una especie de extensión territorial de otros países, mayormente Estados Unidos, aunque no en exclusiva, pues también hay inversiones de Finlandia, Korea, etc. Es en estos casos en donde se cumple con más rigor la definición de enclave, esto es de un territorio de un país, inserto en otro.
Los patrones de Reynosa son extranjeros. Sus planes de expansión, de permanencia, de inversión y como es bien sabido: hasta el horario, se definen en otras latitudes, en otras naciones.
Por eso, porque somos un enclave, porque no somos sujetos de nuestra historia, porque las élites no viven ni conviven con nosotros, porque el modelo de saqueo y concentración de la riqueza implica necesariamente el empobrecimiento de las mayorías, porque la maquiladora resuelve problemas de falta de empleo de otras regiones, con la producción que beneficia a otros países, y en esa fórmula somos solo espectadores, por eso estamos como estamos, por eso no tenemos identidad ni sentido de pertenencia… Algo tendremos que hacer para cambiar… En lo que a mí respecta, sigo intentando comprender lo que nos pasa, para proponer soluciones y respuestas.
Por lo pronto les comparto mi satisfacción por el descubrimiento de la palabra que me ayudó a entender y me permitió recordar la penosa situación de mi país, de mi patria, que quiere dejar atrás la condición de colonia, de subordinada a los intereses de las naciones más poderosas, que en nuestro caso es gringolandia, siendo este un propósito que se empeñan en obstaculizar los de la derecha, que por definición son los panistas, pero también muchos incrustados en otros partidos, en las iglesias, en los «organismos intermedios» y en los organismos autónomos que se sustentan con dinero público.